Add parallel Print Page Options

¡Que ponga él su brazo izquierdo
debajo de mi cabeza!
¡Que me apriete contra su cuerpo
con el brazo derecho!

El novio

Mujeres de Jerusalén,
quiero que me prometan,
por las gacelas y venaditas
que corren por los bosques,
que no molestarán a mi amada
ni la despertarán de su sueño de amor
hasta que ella sola se despierte.

Segundo canto

La novia

¡Oigo la voz de mi amado!
¡Ya lo veo venir!
Viene saltando por las colinas,
viene brincando por las montañas.

Read full chapter