Add parallel Print Page Options

En su izquierda reposa mi cabeza,
con su derecha me abraza.

Amado

Juradme, muchachas de Jerusalén,
por las gacelas y ciervas del campo,
que no despertaréis ni turbaréis
al amor hasta que él quiera.

Segundo cantar

Amada

¡Es la voz de mi amor!
Miradlo cómo viene,
brincando por los montes,
saltando por los cerros.

Read full chapter