Add parallel Print Page Options

28         Pueblo mío, busca a Dios
        con la misma insistencia
        con que te alejaste de él.
29         Es verdad que te castigó,
        pero también te regalará
        salvación y alegría eterna”.»

30 Baruc continuó diciendo:

«¡Ten ánimo, ciudad de Jerusalén!
Dios te conoce por nombre,
y él mismo te consolará.

Read full chapter