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30 ¿Quién cruzó el mar para descubrirla
y traerla, pagándola a precio de oro fino?
31 Nadie conoce su camino
ni tiene idea de su sendero.

32 Pero Dios, que todo lo sabe, la conoce;
él con su inteligencia la ha encontrado.
Él fue quien afirmó la tierra para siempre
y la llenó de ganado.

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