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Lo siguió un segundo ángel, que decía: «¡Ya cayó, ya cayó la gran Babilonia, la que emborrachó a todas las naciones con el vino de su prostitución!»

Luego los siguió otro ángel, el tercero, que decía con fuerte voz: «Si alguno adora al monstruo y a su imagen, y se deja poner su marca en la frente o en la mano, 10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha preparado puro en la copa de su enojo; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero.

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Lo seguía otro ángel que decía:

«¡Ya cayó la gran Babilonia![a]
Ya ha sido destruida la ciudad
que enseñó a todos los países
a pecar y a obedecer a dioses falsos.»

Luego los siguió un tercer ángel, que decía con fuerte voz:

«Si alguno adora al monstruo o a su estatua, o deja que le pongan su marca en la frente o en la mano, 10 Dios se enojará mucho y lo castigará duramente. No será un castigo suave, sino que lo hará sufrir con fuego y azufre ardiente, y los santos ángeles y el Cordero[b] lo verán sufrir su castigo.

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Footnotes

  1. Apocalipsis 14:8 La gran Babilonia: El nombre de esta ciudad se usó para representar a la ciudad de Roma, pues fue una ciudad enemiga de Israel y desobediente a Dios.
  2. Apocalipsis 14:10 El Cordero: Véase la nota 4 en 5.6.