Amós 1-3
Reina Valera Contemporánea
Juicios contra las naciones vecinas
1 Estas son las palabras de Amós, que era un pastor de Tecoa. Tuvo una visión acerca de Israel durante los reinados de Uzías(A) en Judá, y de Jeroboán(B) hijo de Joás en Israel. Esto sucedió dos años antes del terremoto. 2 Amós dijo:
Desde Sión, el Señor lanza un rugido;
desde Jerusalén, deja oír su voz.(C)
Los campos de los pastores se marchitan,
y la cumbre del Carmelo se queda seca.
3 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de Damasco,(D)
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Por haber trillado a Galaad con trillos de hierro,
4 le prenderé fuego a la casa de Jazael,
y éste consumirá los palacios de Ben Adad.
5 Quebraré los cerrojos de Damasco,
destruiré a los habitantes de Bicat Avén
y a los gobernadores de Bet Edén,
y el pueblo de Siria será llevado a Quir.
—Palabra del Señor.
6 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de Gaza,
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Por haberse llevado cautivo a todo un pueblo
para entregárselo a Edom,
7 le prenderé fuego a la muralla de Gaza,
y éste consumirá sus palacios.
8 Destruiré a los habitantes de Asdod
y a los gobernadores de Ascalón.
Descargaré mi mano sobre Ecrón
y el resto de los filisteos(E) perecerá.
—Palabra del Señor.
9 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de Tiro,(F)
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Por haberse llevado cautivo a todo un pueblo
para entregárselo a Edom,
sin acordarse del pacto de hermanos,
10 le prenderé fuego a la muralla de Tiro,
y éste consumirá sus palacios.
11 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de Edom,(G)
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Por perseguir espada en mano a su hermano,
violando así todo afecto natural,
y por robarle siempre, y con furor
guardarle rencor todo el tiempo,
12 le prenderé fuego a Temán,
y éste consumirá los palacios de Bosra.
13 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de los hijos de Amón,(H)
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Por haber ensanchado su territorio
y abrir en canal a las mujeres de Galaad,
a pesar de que estaban encintas,
14 le prenderé fuego a la muralla de Rabá,
y éste consumirá sus palacios
con el estruendo de un día de batalla,
¡con el estruendo de un día tempestuoso!,
15 y su rey y todos sus príncipes
serán llevados al cautiverio.
—Palabra del Señor.
2 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de Moab,(I)
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Por haber quemado los huesos del rey de Edom
hasta reducirlos a cenizas,
2 le prenderé fuego a Moab,
y éste consumirá los palacios de Queriot.
Moab morirá en medio de gran tumulto,
con gran estrépito y sonido de trompeta.
3 Y quitaré de en medio al juez,
y con él mataré a todos sus príncipes.
—Palabra del Señor.
4 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de Judá,
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Por haber menospreciado mi ley
y por no cumplir con mis ordenanzas;
por haber seguido a falsos ídolos,
tras los cuales se descarriaron sus padres,
5 le prenderé fuego a Judá,
y éste consumirá los palacios de Jerusalén.
Juicio contra Israel
6 Así ha dicho el Señor:
Por tres pecados de Israel,
y por el cuarto, no revocaré su castigo.
Porque han vendido al justo por dinero,
y al pobre por un par de zapatos;
7 han aplastado en el suelo a los desvalidos,
han torcido el camino de los humildes;
¡hijos y padres profanan mi santo nombre
al acostarse con la misma joven!
8 Junto a cualquier altar se acuestan
sobre las ropas que reciben en empeño,
y en la casa de sus dioses se embriagan
con el vino que reciben como multa.
9 Ante sus ojos destruí a los amorreos;(J)
derribé sus frutos y les arranqué las raíces,
aun cuando eran altos como los cedros
y fuertes como las encinas.
10 A ustedes los saqué de Egipto,
y cuarenta años los guié por el desierto
hasta hacerlos dueños del territorio amorreo.
11 A algunos de sus hijos los hice profetas,
y a otros los aparté para ser nazareos.(K)
¿Acaso esto no es así, hijos de Israel?
—Palabra del Señor.
12 Pero ustedes dieron vino a los nazareos,
y a los profetas les mandaron no profetizar.
13 Por eso, voy a apretarlos allí donde están,
como se aprieta un carro lleno de gavillas.
14 Ni el ligero de pies podrá escapar,
ni el fuerte podrá recurrir a su fuerza,
ni el valiente podrá ponerse a salvo.
15 Tampoco podrán resistir los arqueros,
ni escaparán los que más veloces corran,
ni se salvarán los que tengan caballos.
16 Cuando llegue ese día,
¡aun los más valientes huirán desnudos!
—Palabra del Señor.
El rugido del león
3 Hijos de Israel, ésta es la palabra que el Señor ha pronunciado contra ustedes, contra toda la familia que él sacó de la tierra de Egipto. Escuchen bien:
2 «Sólo a ustedes los he elegido[a] de entre todas las familias de la tierra. Por lo tanto, yo los castigaré por todas sus maldades.»
3 ¿Andan dos juntos, si no están de acuerdo?
4 ¿Ruge el león en la selva sin que haya presa?
¿Ruge el cachorro en su guarida, sin apresar nada?
5 ¿Cae el ave en la trampa, sin que haya cazador?
¿Salta del suelo la trampa sin que haya atrapado algo?
6 ¿Se da la alarma en la ciudad, sin que el pueblo se alborote?
¿Pasa algo malo en la ciudad, que el Señor no haya hecho?
7 Lo cierto es que nada hace el Señor
sin antes revelarlo a sus siervos los profetas.
8 Si el león ruge, ¿quién no tiembla?
Si el Señor habla, ¿quién no profetiza?
Destrucción de Samaria
9 Proclamen en los palacios de Asdod, y en los palacios de Egipto, y digan:
«Reúnanse sobre los montes de Samaria, y vean cuánta opresión y violencia se comete en esa ciudad. 10 No saben hacer lo recto. En sus palacios atesoran el fruto de su rapiña.»
—Palabra del Señor.
11 Por lo tanto, así ha dicho el Señor:
«De todos los rincones de la tierra vendrá un enemigo, y derribará tu fortaleza y saqueará tus palacios.»
12 Así ha dicho el Señor:
«Los hijos de Israel, que en Samaria se entronizan en el borde de una cama o en el costado de un diván, escaparán como cuando un pastor logra rescatar, de las fauces del león, sólo dos piernas de una oveja, o la punta de una oreja.
13 »¡Escuchen esto, y háganlo saber a la casa de Jacob!
—Palabra del Señor, el Dios de los ejércitos.
14 »El día que yo castigue las rebeliones de Israel, derribaré también los altares de Betel.(L) Los cuernos del altar serán tronchados, y rodarán por tierra. 15 Además, derribaré la casa de invierno y la casa de verano, y pondré fin a las casas de marfil. ¡Muchas casas quedarán en ruinas!»
—Palabra del Señor.
Footnotes
- Amós 3:2 Lit. conocido.
Salmos 80
Reina Valera Contemporánea
Súplica por la restauración
Al músico principal. Sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.
80 Pastor de Israel, ¡escucha!
Tú, que guías a José como a una oveja,
y que estás entre los querubines,(A) ¡manifiéstate!
2 En presencia de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
¡manifiesta tu poder y ven a salvarnos!
3 ¡Restáuranos, Dios nuestro!
¡Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvados!
4 Señor, Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo te mostrarás indignado
contra la oración de tu pueblo?
5 Nos has dado a comer lágrimas en vez de pan;
nos has hecho beber lágrimas en abundancia.
6 Nos has puesto en ridículo ante nuestros vecinos;
nuestros enemigos se burlan de nosotros.
7 ¡Restáuranos, Dios de los ejércitos!
¡Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvados!
8 Desde Egipto trajiste una vid;
expulsaste a las naciones, y la plantaste.
9 Limpiaste el terreno delante de ella,
hiciste que echara raíces, y ésta llenó la tierra.
10 Los montes se cubrieron con su sombra;
los cedros de Dios se cubrieron con sus sarmientos.
11 Y la vid extendió sus vástagos y sus renuevos
hasta el mar, y hasta el gran río.
12 ¿Por qué derribaste sus cercas?
¡Todos los que pasan le arrancan uvas!
13 ¡Los jabalíes le hacen destrozos!
¡Las bestias salvajes la devoran!
14 Dios de los ejércitos, ¡vuélvete a nosotros!
Desde el cielo dígnate mirarnos, y reconsidera;
¡ven y ayuda a esta viña!
15 ¡Es la viña que plantaste con tu diestra!
¡Es el renuevo que sembraste para ti!
16 ¡La han cortado! ¡Le han prendido fuego!
¡Déjate ver, y repréndelos, para que perezcan!
17 Pero posa tu mano sobre tu hombre elegido,
sobre el hombre al que has dado tu poder.
18 Así no nos apartaremos de ti.
Tú nos darás vida, y nosotros invocaremos tu nombre.
19 Señor, Dios de los ejércitos, ¡restáuranos!
¡Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvados!
2 Timoteo 4
Reina Valera Contemporánea
Predica la palabra
4 Te encargo delante de Dios y del Señor Jesucristo, quien juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá un tiempo en que no soportarán la sana doctrina, sino que aun teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a sus propios malos deseos, 4 y apartarán de la verdad sus oídos y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
6 Yo estoy ya a punto de ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, que en aquel día me dará el Señor, el juez justo; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Instrucciones personales
9 Procura venir pronto a verme, 10 porque Demas(A) me ha desamparado. Prefirió este mundo, y se fue a Tesalónica. Crescente se fue a Galacia, y Tito(B) a Dalmacia. 11 Sólo Lucas(C) está conmigo. Toma a Marcos(D) y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio. 12 A Tíquico(E) lo envié a Éfeso. 13 Cuando vengas, tráeme el capote que dejé en Troas,(F) en casa de Carpo, y también los libros, especialmente los pergaminos. 14 Alejandro,(G) el calderero, me ha causado mucho daño; que el Señor le pague conforme a sus hechos. 15 Cuídate también tú de él, pues se ha opuesto mucho a nuestras palabras. 16 En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado; todos me desampararon. Espero que no les sea tomado en cuenta. 17 Pero el Señor sí estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí se cumpliera la predicación y todos las naciones la oyeran. Así fui librado de la boca del león. 18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Saludos y bendición final
19 Saluda a Prisca y a Aquila,(H) y a la casa de Onesíforo.(I) 20 Erasto(J) se quedó en Corinto, y a Trófimo(K) lo dejé en Mileto, pues estaba enfermo. 21 Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, lo mismo que Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.
22 Que el Señor Jesucristo esté con tu espíritu. Que la gracia sea con ustedes. Amén.
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