Add parallel Print Page Options

“Aunque caven hasta el Seol, de allá los tomará mi mano. Si suben hasta los cielos, de allá los haré bajar. Si se esconden en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré. Aunque se escondan de mis ojos en el fondo del mar, allí mandaré la serpiente y los morderá. Aunque vayan cautivos delante de sus enemigos, allí mandaré la espada que los matará. Sobre ellos pondré mis ojos para mal y no para bien”.

Read full chapter