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Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.

Esa misma noche, cuando Herodes estaba a punto de venir a buscarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas(A); y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel. De repente se le apareció(B) un ángel del Señor(C), y una luz brilló en la celda; y el ángel tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciéndole: «Levántate pronto». Y las cadenas se cayeron de las manos de Pedro(D). «Vístete y ponte[a] las sandalias», le dijo* el ángel. Así lo hizo, y el ángel añadió: «Envuélvete en tu manto y sígueme».

Y saliendo, Pedro lo seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión(E). 10 Cuando habían pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió(F) por sí misma. Entonces salieron y siguieron por una calle, y de repente el ángel se apartó de él. 11 Cuando Pedro volvió en sí(G), dijo: «Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a Su ángel, y me ha rescatado(H) de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos».

12 Al darse cuenta de esto, fue a la casa de María, la madre de Juan, llamado también Marcos(I), donde muchos estaban reunidos y oraban(J). 13 Cuando llamó a la puerta de la entrada, una sirvienta(K) llamada Rode salió a ver quién era[b]. 14 Al reconocer la voz de Pedro, de alegría(L) no abrió la puerta, sino que corrió adentro y anunció que Pedro estaba a la puerta. 15 «¡Estás loca!», le dijeron ellos. Pero ella insistía en que así era. Y ellos decían: «Es su ángel(M)».

16 Pero Pedro continuaba llamando; y cuando ellos abrieron, lo vieron y se asombraron.

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Footnotes

  1. 12:8 Lit. cíñete y átate.
  2. 12:13 O salió a abrirle.