²⁰ Todo esto está escrito en el libro de los Salmos:

Y también:

⁶ Los presentaron a los apóstoles, quienes, haciendo oración por ellos, les impusieron las manos.

³ Entonces, después de haber ayunado y haber hecho oración, les impusieron las manos y los despidieron.

¹⁸ Al ver Simón que cuando los apóstoles imponían las manos se impartía el Espíritu, les ofreció dinero,

¹⁷ Ananías partió inmediatamente y tan pronto como entró en la casa, tocó con sus manos los ojos de Saulo y le dijo:

— Hermano Saulo, Jesús, el Señor, el mismo que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.

¹⁴ No hagas estéril el don que hay en ti y que se te confirió cuando, por indicación profética, los presbíteros te impusieron las manos.

²² No impongas a nadie las manos demasiado a la ligera, no sea que te hagas responsable de culpas ajenas. Y tú mismo conserva limpia la conciencia.

I.— PRIMERA INVITACIÓN A LA FIDELIDAD (1,6—2,13)

Lealtad a Jesucristo

⁶ Por eso, te recuerdo el deber de reavivar el don que Dios te otorgó cuando impuse mis manos sobre ti.