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Y cuando se acabaron todas las obras que Salomón mandó realizar en el templo del Señor, llevó Salomón los utensilios de oro y de plata que David, su padre, había dedicado al Señor, y los depositó en los tesoros del templo de Dios.

El arca de la alianza es llevada al templo(A)

Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a las personas principales de las familias israelitas, para trasladar el arca de la alianza del Señor desde Sión, la Ciudad de David. Y en el día de la fiesta solemne, en el séptimo mes del año, se reunieron con el rey Salomón todos los israelitas. Llegaron todos los ancianos de Israel, y los levitas tomaron el arca y la trasladaron junto con la tienda del encuentro con Dios y con todos los utensilios sagrados que había en ella, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas. El rey Salomón y toda la comunidad israelita que se había reunido con él, estaban delante del arca ofreciendo en sacrificio ovejas y toros en cantidad tal que no se podían contar. Después llevaron los sacerdotes el arca de la alianza del Señor al interior del templo, hasta el Lugar santísimo, bajo las alas de los seres alados, los cuales tenían sus alas extendidas sobre el sitio donde estaba el arca, cubriendo por encima tanto el arca como sus travesaños. Pero los travesaños eran tan largos que sus extremos se veían desde el Lugar santo, frente al Lugar santísimo, aunque no podían verse por fuera; y así han quedado hasta el día de hoy. 10 En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés había puesto allí en Horeb, las tablas de la alianza que el Señor hizo con los israelitas cuando salieron de Egipto.

11 Los sacerdotes salieron del Lugar santo. Todos los sacerdotes que estaban presentes se habían purificado sin atenerse a los turnos en que estaban repartidos. 12 Todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Jedutún, junto con sus hijos y demás parientes, estaban de pie, al este del altar, vestidos de lino. Tenían platillos, salterios y arpas. Con ellos había ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas.

13 Entonces todos unidos se pusieron a tocar las trompetas y a cantar a una voz para alabar y dar gracias al Señor, haciendo sonar las trompetas, los platillos y los otros instrumentos musicales mientras se cantaba: «Alaben al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno.» En aquel momento, el templo del Señor se llenó de una nube, 14 y por causa de la nube los sacerdotes no pudieron quedarse para celebrar el culto, porque la gloria del Señor había llenado el templo.

Salomón dedica el templo(B)

Entonces Salomón dijo:

«Tú, Señor, has dicho
que vives en la oscuridad.
Pero yo te he construido
un templo para que lo habites,
un lugar donde vivas para siempre.»

Luego el rey se volvió, de frente a toda la comunidad israelita, que estaba de pie, y la bendijo diciendo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido lo que prometió a David, mi padre, cuando le dijo: “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo, no había escogido yo ninguna ciudad entre todas las tribus de Israel para que en ella se construyera un templo donde residiera mi nombre, ni había escogido a ningún hombre para que fuera el guía de mi pueblo Israel, pero escogí a Jerusalén para que mi nombre resida allí, y escogí a David para que gobernara a mi pueblo Israel.” Y David, mi padre, tuvo el deseo de construir un templo en honor del Señor, Dios de Israel. Sin embargo, el Señor le dijo: “Haces bien en querer construirme un templo; pero no serás tú quien lo construya, sino el hijo que tendrás. Él será quien me construya el templo.”

10 »Pues bien, el Señor ha cumplido su promesa. Tal como dijo, yo he tomado el lugar de David, mi padre, y me he sentado en el trono de Israel y he construido un templo al Señor, el Dios de Israel. 11 Además he puesto allí el arca donde está la alianza que el Señor hizo con los israelitas.»

12 Después se puso Salomón delante del altar del Señor, en presencia de toda la comunidad israelita, y extendió sus manos. 13 Estaba subido sobre una plataforma de bronce de dos metros veinticinco centímetros de largo, otro tanto de ancho y un metro treinta y cinco centímetros de alto, la cual había construido y colocado en medio del atrio. Luego se arrodilló delante de toda la comunidad israelita, y extendiendo sus manos al cielo, 14 exclamó: «Señor, Dios de Israel: ni en el cielo ni en la tierra hay un Dios como tú, que cumples tu alianza y muestras tu bondad para con los que te sirven de todo corazón; 15 que has cumplido lo que prometiste a David, mi padre, uniendo así la acción a la palabra en este día. 16 Por lo tanto, Señor, Dios de Israel, cumple también lo que prometiste a tu siervo David, mi padre: que no le faltaría un descendiente que, con tu favor, subiera al trono de Israel, con tal de que sus hijos cuidaran su conducta y cumplieran tu ley como él la cumplió. 17 Así pues, Señor, Dios de Israel, haz que se cumpla la promesa que hiciste a mi padre, tu servidor David.

18 »Pero ¿será verdad que Dios puede vivir con los hombres sobre la tierra? Si el cielo, en toda su inmensidad, no puede contenerte, ¡cuánto menos este templo que he construido para ti! 19 No obstante, Señor y Dios mío, atiende mi ruego y mi súplica; escucha el clamor y la oración que este siervo tuyo te dirige. 20 No dejes de mirar, ni de día ni de noche, este templo, lugar donde tú has dicho que estarás presente. Escucha la oración que aquí te dirige este siervo tuyo. 21 Escucha mis súplicas y las de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Escúchalas en el cielo, lugar donde vives, y concédenos tu perdón.

22 »Cuando alguien cometa una falta contra su prójimo, y le obliguen a jurar ante tu altar en este templo, 23 escucha tú desde el cielo, y actúa; haz justicia a tus siervos. Da su merecido al culpable, haciendo recaer sobre él el castigo por sus malas acciones, y haz justicia al inocente, según le corresponda.

24 »Cuando el enemigo derrote a tu pueblo Israel por haber pecado contra ti, si luego éste vuelve y alaba tu nombre, y en sus oraciones te suplica en este templo, 25 escúchalo tú desde el cielo, perdona su pecado, y hazlo volver al país que les diste a ellos y a sus antepasados.

26 »Cuando haya una sequía y no llueva porque el pueblo pecó contra ti, si luego ora hacia este lugar, y alaba tu nombre, y se arrepiente de su pecado a causa de tu castigo, 27 escúchalo tú desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, de tu pueblo Israel, y enséñales el buen camino que deben seguir. Envía entonces tu lluvia a esta tierra que diste en herencia a tu pueblo.

28 »Cuando en el país haya hambre, o peste, o las plantas se sequen por el calor, o vengan plagas de hongos, langostas o pulgón; cuando el enemigo rodee nuestras ciudades y las ataque, o venga cualquier otra desgracia o enfermedad, 29-30 escucha entonces toda oración o súplica hecha por cualquier persona, o por todo tu pueblo Israel, que al ver su desgracia y dolor extienda sus manos en oración hacia este templo. Escucha tú desde el cielo, desde el lugar donde habitas, y concede tu perdón; da a cada uno según merezcan sus acciones, pues sólo tú conoces las intenciones y el corazón del hombre. 31 Así te honrarán y te obedecerán mientras vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.

32 »Aun si un extranjero, uno que no sea de tu pueblo, viene de tierras lejanas por causa de tu nombre grandioso y de tu gran despliegue de poder, y ora hacia este templo, 33 escucha tú desde el cielo, desde el lugar donde habitas, y concédele todo lo que te pida, para que todas las naciones de la tierra te conozcan y te honren como lo hace tu pueblo Israel, y comprendan que tu nombre es invocado en este templo que yo te he construido.

34 »Cuando tu pueblo salga a luchar contra sus enemigos, dondequiera que tú lo envíes, si ora a ti en dirección de esta ciudad que tú escogiste y del templo que yo te he construido, 35 escucha tú desde el cielo su oración y su ruego, y defiende su causa.

36 »Y cuando pequen contra ti, pues no hay nadie que no peque, y tú te enfurezcas con ellos y los entregues al enemigo para que los haga cautivos y se los lleve a otro país, sea lejos o cerca, 37 si en el país adonde hayan sido desterrados se vuelven a ti y te suplican y reconocen que han pecado y hecho lo malo, 38 si se vuelven a ti con todo su corazón y toda su alma en el país adonde los hayan llevado cautivos, y oran en dirección de esta tierra que diste a sus antepasados, y de la ciudad que escogiste, y del templo que te he construido, 39 escucha tú sus oraciones y súplicas desde el cielo, desde el lugar donde habitas, defiende su causa y perdónale a tu pueblo sus pecados contra ti.

40 »Atiende, pues, Dios mío, y escucha las oraciones que se hagan en este lugar.

41 »Levántate, Dios y Señor, con tu arca poderosa,
y ven al lugar donde has de descansar.
Que tus sacerdotes, Dios y Señor, se revistan de la salvación,
que tus fieles gocen de prosperidad.
42 No desaires, Dios y Señor, al rey que has escogido.
Recuerda tu amor por David, tu siervo.»

Cuando Salomón terminó esta oración, cayó fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del Señor llenó el templo, de modo que por eso los sacerdotes no podían entrar en él. Al ver todos los israelitas el fuego y la gloria del Señor que bajaban sobre el templo, se arrodillaron e inclinaron hasta tocar el suelo del enlosado con la frente, y adoraron y dieron gracias al Señor, repitiendo: «Porque él es bueno, porque su amor es eterno.»

Después de esto, el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios al Señor. Y el rey Salomón ofreció en sacrificio veintidós mil toros y ciento veinte mil ovejas.

Así fue como el rey y todo Israel consagraron el templo de Dios.

Los sacerdotes se mantenían en sus puestos, y también los levitas, con los instrumentos de música sagrada que el rey había hecho para acompañar el canto que dice: «Porque su amor es eterno», cuando David cantaba con ellos. Y los sacerdotes tocaban frente a ellos las trompetas, mientras todo Israel estaba de pie.

Salomón consagró también el centro del atrio que está frente al templo del Señor, pues allí ofreció los holocaustos y la grasa de los sacrificios de reconciliación, porque en el altar de bronce que él había construido no cabían los holocaustos, las ofrendas de cereales y la grasa.

En dicha ocasión, Salomón y todo Israel, una gran muchedumbre que había venido desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto, celebraron la fiesta de las Enramadas. Al día siguiente tuvieron una fiesta solemne, porque durante siete días habían celebrado la consagración del altar y durante otros siete días la fiesta de las Enramadas. 10 El día veintitrés del séptimo mes, el rey despidió al pueblo para que se fueran a sus casas alegres y satisfechos por el bien que el Señor había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

Dios hace una alianza con Salomón(C)

11 Cuando Salomón terminó con éxito el templo del Señor, el palacio real y todo lo que se propuso hacer en ellos, 12 se le apareció de noche el Señor y le dijo: «He escuchado tu oración, y he escogido este sitio como templo para los sacrificios. 13 Así que, si mando una sequía y hago que no llueva, u ordeno a las langostas que destruyan los campos, o envío una peste sobre mi pueblo, 14 y si mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y deja su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y devolveré la prosperidad a su país. 15 De ahora en adelante escucharé con atención las oraciones que se hagan en este lugar, 16 porque he escogido y consagrado este templo como residencia perpetua de mi nombre. Siempre lo cuidaré y lo tendré presente. 17 Ahora bien, si tú te comportas en mi presencia como lo hizo David, tu padre, poniendo en práctica todo lo que te he ordenado y obedeciendo mis leyes y decretos, 18 yo confirmaré tu reinado según lo pactado con David, tu padre, cuando le dije que nunca faltaría un descendiente suyo que gobernara a Israel. 19 Pero si ustedes se apartan de mí, y no cumplen las leyes y los mandamientos que les he dado, sino que sirven y adoran a otros dioses, 20 los arrancaré a ustedes de la tierra que les he dado, arrojaré de mi presencia el templo que he consagrado y haré que sean motivo de burla constante entre todas las naciones. 21 Y este templo, que era tan glorioso, será convertido en un montón de ruinas, y todo el que pase junto a él se asombrará y preguntará por qué actuó el Señor así con este país y con este templo. 22 Y le responderán que fue porque abandonaron al Señor, el Dios de sus antepasados, que los sacó de Egipto, y porque se aferraron a adorar y servir a otros dioses; que por eso hizo venir sobre ellos tan grande mal.»

Traslado del arca al templo

Así fue terminada toda la obra que Salomón hizo para la casa del Señor. Y Salomón trajo las cosas consagradas por[a] su padre David, es decir, la plata, el oro y todos los utensilios, y los puso en los tesoros de la casa de Dios(A).

(B)Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas[b] de los hijos de Israel, para subir el arca del pacto del Señor de la ciudad de David(C), la cual es Sión. Y se reunieron ante el rey todos los hombres de Israel en la fiesta del[c] mes séptimo(D). Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los levitas alzaron el arca(E); y llevaron[d] el arca y la tienda de reunión y todos los utensilios sagrados que estaban en la tienda; los sacerdotes levitas los llevaron[e]. Y el rey Salomón y toda la congregación de Israel, que estaba reunida con él delante del arca, sacrificaban tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar[f]. Los sacerdotes trajeron el arca del pacto del Señor a su lugar, al santuario interior de la casa, al lugar santísimo, bajo las alas de los querubines. Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían el arca y sus barras por encima. Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras del arca se podían ver delante del santuario interior, mas no se podían ver desde afuera; y allí están[g] hasta hoy(F). 10 En el arca no había más que las dos tablas que Moisés puso allí(G) en Horeb, donde el Señor hizo pacto con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.

11 Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo (porque todos los sacerdotes que estaban presentes se habían santificado sin tener en cuenta las clases(H)), 12 todos los levitas cantores, Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y sus parientes[h](I), vestidos de lino fino, con címbalos, arpas y liras, estaban de pie al oriente del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas(J). 13 Cuando los trompeteros y los cantores, al unísono, se hacían oír a una voz alabando y glorificando al Señor, cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y címbalos e instrumentos de música(K), cuando alababan al Señor diciendo: Ciertamente Él es bueno porque su misericordia es para siempre(L), entonces la casa, la casa del Señor, se llenó de una nube, 14 y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la casa de Dios(M).

Dedicación del templo

(N)Entonces Salomón dijo:

El Señor ha dicho que Él moraría en la densa nube.
Yo, pues, te he edificado una casa majestuosa,
un lugar donde mores para siempre.

Después el rey se volvió[i] y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba de pie,

y dijo: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que habló por su boca a mi padre David y por su mano lo ha cumplido, cuando dijo: «Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no escogí ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel en la cual edificar una casa para que estuviera allí mi nombre, ni escogí a hombre alguno por príncipe sobre mi pueblo Israel; mas escogí a Jerusalén(O) para que mi nombre estuviera allí, y escogí a David para que estuviera sobre mi pueblo Israel(P)». Y mi padre David tuvo en su[j] corazón edificar una casa al nombre del Señor(Q), Dios de Israel. Pero el Señor dijo a mi padre David: «Por cuanto tuviste en[k] tu corazón edificar una casa a mi nombre, bien hiciste en desearlo en[l] tu corazón. Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá[m], él edificará la casa a mi nombre». 10 Ahora el Señor ha cumplido la palabra que había dicho; pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el Señor prometió[n], y he edificado la casa al nombre del Señor, Dios de Israel. 11 Y he puesto allí el arca, en la cual está el pacto que el Señor hizo con los hijos de Israel(R).

12 Entonces Salomón se puso delante del altar del Señor en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos[o]. 13 Porque Salomón había hecho un estrado(S) de bronce de cinco codos[p] de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, y lo había puesto en medio del atrio; se puso sobre él, se hincó de rodillas en presencia de toda la asamblea de Israel y extendiendo las manos[q] al cielo(T), 14 dijo: Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú ni en el cielo ni en la tierra(U), que guardas el pacto y muestras misericordia(V) a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón; 15 que has cumplido[r] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[s]; ciertamente has hablado con tu boca y lo has cumplido con tu mano, como sucede hoy(W). 16 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, cumple[t] con tu siervo David mi padre lo que le prometiste[u], diciendo: «No te faltará quién[v] se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden sus caminos para andar en mi ley como tú has andado delante de mí(X)». 17 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, que se cumpla la palabra que hablaste a tu siervo David.

18 Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos(Y) no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado(Z). 19 No obstante, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Señor Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu siervo hace[w] delante de ti. 20 Que tus ojos estén abiertos día y noche(AA) sobre[x] esta casa, sobre[y] el lugar del cual has dicho que pondrías[z] allí tu nombre, para que oigas la oración que tu siervo hará[aa] sobre[ab] este lugar(AB). 21 Y escucha las súplicas de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona(AC).

22 Si alguno peca contra su prójimo, y se le exige juramento[ac], y viene y jura delante de tu altar en esta casa, 23 escucha tú desde los cielos y obra y juzga a tus siervos, castigando[ad] al impío, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza, y justificando al justo dándole conforme a su justicia(AD).

24 Y si tu pueblo Israel es derrotado[ae] delante del enemigo por haber pecado contra ti(AE), y se vuelven a ti y confiesan tu nombre, y oran y hacen súplica delante de ti en esta casa, 25 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.

26 Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia(AF) por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas, 27 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar(AG), y envía lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo por heredad.

28 Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay tizón o añublo, langosta o saltamontes, si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades[af], cualquier plaga o cualquier enfermedad que haya(AH), 29 toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo tu pueblo Israel, conociendo[ag] cada cual su aflicción[ah] y su dolor, y extendiendo sus manos[ai] hacia esta casa, 30 escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres(AI)), 31 para que te teman[aj] y anden en tus caminos todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que diste a nuestros padres.

32 También en cuanto al extranjero que no es de tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de tu gran nombre y de tu mano poderosa y de tu brazo extendido, cuando ellos vengan a orar a esta casa(AJ), 33 escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, para que te teman[ak], como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocado(AK) sobre esta casa que he edificado.

34 Cuando salga tu pueblo a la batalla contra sus enemigos, por cualquier camino que los envíes, y oren a ti vueltos hacia[al] esta ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a tu nombre, 35 escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.

36 Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque(AL)) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y estos[am] los lleven cautivos a una tierra, lejana o cercana, 37 si recapacitan[an] en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te suplican en la tierra de su cautiverio, diciendo: «Hemos pecado, hemos cometido iniquidad y hemos obrado perversamente»; 38 si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma(AM) en la tierra de su cautiverio adonde hayan sido llevados cautivos, y oran vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido y hacia la casa que he edificado a tu nombre, 39 escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y sus súplicas, hazles justicia y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.

40 Ahora, oh Dios mío, te ruego que tus ojos estén abiertos y tus oídos atentos a la oración(AN) elevada en este lugar(AO). 41 Ahora pues, levántate, oh Señor Dios, hacia tu reposo, tú y el arca de tu poder; que tus sacerdotes, oh Señor Dios, se revistan de salvación y tus santos se regocijen(AP) en lo que es bueno. 42 Oh Señor Dios, no rechaces el rostro de tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con tu siervo David(AQ).

La fiesta de dedicación

Y cuando Salomón terminó de orar(AR), descendió fuego desde el cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del Señor llenó la casa(AS). Los sacerdotes no podían entrar en la casa del Señor, porque la gloria del Señor llenaba la casa del Señor(AT). Y todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la gloria del Señor sobre la casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron al Señor, diciendo: Ciertamente Él es bueno; ciertamente su misericordia es para siempre(AU).

Entonces el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificio delante del Señor(AV). Y el rey Salomón ofreció un sacrificio de veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa de Dios, el rey y todo el pueblo. (AW)Los sacerdotes estaban en sus debidos lugares, también los levitas con los instrumentos de música para el Señor, los cuales había hecho el rey David para alabar al Señor (porque para siempre es su misericordia), cuando David ofrecía alabanza por medio[ao] de ellos. Los sacerdotes tocaban trompetas frente a ellos(AX), y todo Israel estaba de pie. (AY)Salomón consagró también la parte central del atrio que estaba delante de la casa del Señor, pues allí había ofrecido[ap] los holocaustos y la grosura de las ofrendas de paz, porque el altar de bronce que Salomón había hecho no podía contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grosura.

Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión por siete días, y todo Israel con él, una asamblea muy grande, que vinieron desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto(AZ). Y al octavo día tuvieron una asamblea solemne; porque habían celebrado la dedicación del altar por siete días(BA) y la fiesta por siete días. 10 Entonces, el día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a sus tiendas, gozosos y alegres de corazón por el bien que el Señor había mostrado[aq] a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

11 (BB)Así acabó Salomón la casa del Señor y el palacio del rey, y llevó a cabo todo lo que se había propuesto hacer[ar] en la casa del Señor y en su palacio. 12 Y el Señor se apareció a Salomón de noche y le dijo: He oído tu oración, y he escogido para mí este lugar como casa de sacrificio(BC). 13 Si cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando la langosta a devorar la tierra, o si envío la pestilencia entre mi pueblo(BD), 14 y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado(BE) y sanaré su tierra. 15 Ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la oración que se haga en[as] este lugar(BF), 16 pues ahora he escogido y consagrado esta casa(BG) para que mi nombre esté allí para siempre, y mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días. 17 Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas, 18 yo afirmaré el trono de tu reino como pacté con tu padre David, diciendo: «No te faltará[at] hombre que gobierne en Israel(BH)».

19 Pero si vosotros os apartáis y abandonáis mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de vosotros(BI), y vais y servís a otros dioses y los adoráis, 20 yo os[au] arrancaré de mi tierra que os[av] he dado(BJ), y echaré de mi presencia esta casa que he consagrado a mi nombre, y la convertiré en refrán y escarnio entre todos los pueblos(BK). 21 Y en cuanto a esta casa, que ha sido exaltada, todo el que pase cerca de ella, se asombrará y dirá: «¿Por qué ha hecho así el Señor a esta tierra(BL) y a esta casa?». 22 Y responderán: «Porque abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y adoptaron otros dioses(BM), los adoraron y los sirvieron; por eso Él ha traído toda esta adversidad sobre ellos».

Footnotes

  1. 2 Crónicas 5:1 Lit., de
  2. 2 Crónicas 5:2 Lit., principales de los padres
  3. 2 Crónicas 5:3 O, que es el
  4. 2 Crónicas 5:5 Lit., subieron
  5. 2 Crónicas 5:5 Lit., subieron
  6. 2 Crónicas 5:6 Lit., ni numerar por muchos
  7. 2 Crónicas 5:9 Lit., está
  8. 2 Crónicas 5:12 Lit., hermanos
  9. 2 Crónicas 6:3 Lit., volvió su rostro
  10. 2 Crónicas 6:7 Lit., con el
  11. 2 Crónicas 6:8 Lit., con
  12. 2 Crónicas 6:8 Lit., tenerlo con
  13. 2 Crónicas 6:9 Lit., saldrá de tus lomos
  14. 2 Crónicas 6:10 Lit., habló
  15. 2 Crónicas 6:12 Lit., palmas
  16. 2 Crónicas 6:13 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
  17. 2 Crónicas 6:13 Lit., palmas
  18. 2 Crónicas 6:15 Lit., guardado
  19. 2 Crónicas 6:15 Lit., hablaste
  20. 2 Crónicas 6:16 Lit., guarda
  21. 2 Crónicas 6:16 Lit., hablaste
  22. 2 Crónicas 6:16 Lit., No te será cortado hombre de delante de mí que
  23. 2 Crónicas 6:19 Lit., ora
  24. 2 Crónicas 6:20 Lit., hacia
  25. 2 Crónicas 6:20 Lit., hacia
  26. 2 Crónicas 6:20 Lit., para poner
  27. 2 Crónicas 6:20 Lit., orará
  28. 2 Crónicas 6:20 Lit., hacia
  29. 2 Crónicas 6:22 Lit., se le impone juramento, para hacerle jurar
  30. 2 Crónicas 6:23 Lit., devolviendo
  31. 2 Crónicas 6:24 Lit., herido
  32. 2 Crónicas 6:28 Lit., puertas
  33. 2 Crónicas 6:29 Lit., que reconozca
  34. 2 Crónicas 6:29 Lit., plaga
  35. 2 Crónicas 6:29 Lit., palmas
  36. 2 Crónicas 6:31 O, reverencien
  37. 2 Crónicas 6:33 O, reverencien
  38. 2 Crónicas 6:34 Lit., en dirección a
  39. 2 Crónicas 6:36 Lit., y sus captores
  40. 2 Crónicas 6:37 Lit., vuelven su corazón
  41. 2 Crónicas 7:6 Lit., mano
  42. 2 Crónicas 7:7 Lit., hecho
  43. 2 Crónicas 7:10 Lit., hecho
  44. 2 Crónicas 7:11 Lit., todo lo que vino sobre el corazón de Salomón hacer
  45. 2 Crónicas 7:15 Lit., a la oración de
  46. 2 Crónicas 7:18 Lit., No te será cortado
  47. 2 Crónicas 7:20 Lit., les
  48. 2 Crónicas 7:20 Lit., les