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17 Esos falsos maestros, son como ríos sin agua y como nubes a las que se lleva el viento. Dios los ha destinado a un lugar en la más negra oscuridad. 18 Buscan impresionar a la gente con sus palabras, que en realidad no valen nada. Con sus malos deseos y consejos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error. 19 Les prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos de hábitos que los destruirán, pues uno es esclavo de aquello que lo domina. 20 Ellos escaparon del mal que hay en el mundo cuando conocieron a nuestro Señor Jesucristo, pero si son atrapados y dominados nuevamente por ese mal, terminarán peor que al principio. 21 Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido nunca el camino correcto, que haberlo conocido y luego apartarse del camino de la justicia. 22 (A)Con esa gente se cumple lo que dice el dicho: «El perro que vomita, regresa a su mismo vómito»,[a] y: «Aunque laven al cerdo, irá de nuevo a revolcarse en el barro».

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Footnotes

  1. 2:22 Cita de Pr 26:11.