Add parallel Print Page Options

16 A la reprensión del SEÑOR,

por el soplo del aliento de su nariz,

se hicieron visibles los lechos del mar,

y se descubrieron los cimientos del mundo.

17 “Envió desde lo alto y me tomó;

me sacó de las aguas caudalosas.

18 Me libró de mi poderoso enemigo

y de los que me aborrecían,

pues eran más fuertes que yo.

Read full chapter