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5-6 Y ellos le respondieron:

—Dios eligió a Saúl como rey de Israel, pero él trató de destruirnos. Queremos que usted nos entregue a siete de los familiares de Saúl. Vamos a matarlos frente al santuario de Dios, que está en Guibeá, pueblo de Saúl.

El rey David se comprometió a entregarles a siete familiares de Saúl. Debido al juramento que ante Dios David le había hecho a Jonatán, le perdonó la vida a su hijo Mefi-bóset. Sin embargo, apresó a Armoní y Mefi-bóset, los dos hijos que Saúl había tenido con Rispá, la hija de Aiá. Y también les entregó a cinco nietos de Saúl, hijos de su hija Merab y de Adriel, el hijo de Barzilai, de Meholá.

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