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16 una astuta mujer de la ciudad les gritó:

―¡Escuchadme! ¡Escuchadme! Decidle a Joab que venga acá para que yo pueda hablar con él.

17 Joab se le acercó.

―¿Eres tú Joab? —le preguntó la mujer.

―Así es.

Entonces la mujer le dijo:

―Pon atención a las palabras de esta tu sierva.

―Te escucho —respondió Joab.

18 Ella continuó:

―Antiguamente, cuando había alguna discusión, la gente resolvía el asunto con este dicho: “Id y preguntad en Abel”.

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