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Joab reprende a David

19 Entonces dieron aviso a Joab: He aquí, el rey llora y se lamenta por Absalón(A). Y la victoria[a] aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque el pueblo oyó decir aquel día: El rey está entristecido por su hijo. Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla. Y el rey con su rostro cubierto, clamaba[b](B) en alta voz: ¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío(C)! Joab entró en la casa del rey, y dijo: Hoy has cubierto de vergüenza el rostro de todos tus siervos que han salvado hoy tu vida, la vida de tus hijos e hijas, la vida de tus mujeres y la vida de tus concubinas, al amar a aquellos que te odian y al odiar a aquellos que te aman. Pues hoy has demostrado que príncipes[c] y siervos no son nada para ti; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces tú estarías complacido[d]. Ahora pues, levántate, sal y habla bondadosamente a[e] tus siervos, porque juro por el Señor que si no sales, ciertamente ni un solo hombre(D) pasará la noche contigo, y esto te será peor que todo el mal que ha venido sobre ti desde tu juventud hasta ahora. Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado a la puerta(E), entonces todo el pueblo vino delante del rey.

David regresa a Jerusalén

Pero los de Israel habían huido, cada uno a su tienda(F). Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano[f] de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano[g] de los filisteos(G), pero ahora ha huido de la tierra, de Absalón(H). 10 Sin embargo, Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en combate. Ahora pues, ¿por qué guardáis silencio respecto a restaurar al rey?

11 Entonces el rey David envió mensaje a los sacerdotes Sadoc y Abiatar(I), diciendo: Hablad a los ancianos de Judá, y decidles[h]: «¿Por qué sois los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa? 12 Sois mis hermanos; mi hueso y mi carne sois(J). ¿Por qué, pues, sois los últimos en hacer volver al rey?». 13 Y decid a Amasa(K): «¿No eres hueso mío y carne mía(L)? Así haga Dios conmigo y aun más si no has de ser comandante del ejército(M) delante de mí para siempre en lugar de Joab(N)». 14 Así inclinó el corazón de todos los hombres de Judá como el de un solo hombre(O), y enviaron palabra al rey, diciendo: Regresa, tú y todos tus siervos. 15 Volvió el rey y llegó hasta el Jordán. Y Judá vino a Gilgal para ir al encuentro del rey(P), para conducir al rey al otro lado del Jordán.

16 Entonces Simei, hijo de Gera, el benjamita que era de Bahurim, se dio prisa y descendió con los hombres de Judá al encuentro del rey David(Q). 17 Con él había mil hombres de Benjamín, y Siba, siervo(R) de la casa de Saúl, y con él sus quince hijos y sus veinte siervos; y se apresuraron a pasar el Jordán delante del rey. 18 Y seguían cruzando el vado para pasar a toda la casa del rey, y hacer lo que le pareciera bien[i]. Y Simei, hijo de Gera, se postró ante el rey cuando este iba a pasar el Jordán. 19 Y dijo al rey: No me considere culpable(S) mi señor, ni te acuerdes del mal que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén; que el rey no lo guarde en su corazón. 20 Pues yo tu siervo reconozco que he pecado; por tanto, he aquí que hoy he venido, el primero de toda la casa de José, para descender al encuentro de mi señor el rey(T). 21 Pero Abisai, hijo de Sarvia, respondió, y dijo: ¿No ha de morir Simei por esto(U), porque maldijo al ungido del Señor(V)? 22 Entonces David dijo: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia(W), para que en este día me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy hombre alguno en Israel(X)? ¿Acaso no sé que hoy soy rey sobre Israel? 23 Y el rey dijo a Simei: No morirás. Así el rey se lo juró(Y).

24 También Mefiboset, hijo[j] de Saúl, descendió al encuentro del rey(Z); y no se había aseado[k] los pies, ni recortado[l] el bigote, ni lavado la ropa(AA), desde el día en que el rey se marchó hasta el día en que volvió en paz. 25 Y sucedió que cuando vino de Jerusalén al encuentro del rey, este[m] le dijo: ¿Por qué no fuiste(AB) conmigo, Mefiboset? 26 Y él respondió: Oh rey, señor mío, mi siervo me engañó; pues tu siervo se dijo: «Me aparejaré un asno para montar en él e ir con el rey», porque tu siervo es cojo(AC). 27 Además, ha calumniado a tu siervo ante mi señor el rey(AD); pero mi señor el rey es como el ángel de Dios; haz, pues, lo que te parezca bien[n](AE). 28 Porque toda la casa de mi padre no era más que hombres muertos ante mi señor el rey(AF); con todo, pusiste a tu siervo entre los que comían a tu propia mesa(AG). ¿Qué derecho tengo todavía para quejarme[o] más al rey? 29 Y el rey le dijo: ¿Por qué sigues hablando de tus asuntos? Yo he decidido[p]: «Tú y Siba os repartiréis las tierras». 30 Y Mefiboset dijo al rey: Que él las tome todas, ya que mi señor el rey ha vuelto en paz a su propia casa.

31 Barzilai galaadita también había descendido de Rogelim(AH), y había cruzado el Jordán con el rey para despedirlo en el Jordán. 32 Barzilai era muy anciano, de ochenta años, y había dado provisiones al rey mientras este permanecía en Mahanaim(AI), porque era hombre muy poderoso[q]. 33 Y el rey dijo a Barzilai: Pasa conmigo y yo te sustentaré[r] junto a mí en Jerusalén. 34 Pero Barzilai respondió al rey: ¿Cuánto tiempo me queda de vida[s](AJ) para que yo suba con el rey a Jerusalén? 35 Tengo ahora[t] ochenta años(AK). ¿Puedo distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Puede tu siervo saborear lo que come o bebe? ¿Puede oír aún la voz de los cantores o de las cantoras(AL)? ¿Por qué, pues, ha de ser tu siervo otra carga más para mi señor el rey(AM)? 36 Tu siervo no haría más que pasar el Jordán con el rey. ¿Por qué ha de concederme el rey esta recompensa? 37 Permite que tu siervo vuelva, para morir en mi ciudad junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Sin embargo, aquí tienes a tu siervo Quimam(AN); que pase él con mi señor el rey, y haz por él lo que te parezca bien. 38 Y el rey respondió: Quimam pasará conmigo, y haré por él lo que te parezca bien; y todo lo que me pidas[u], lo haré por ti. 39 Todo el pueblo pasó el Jordán y el rey también pasó. Entonces el rey besó a Barzilai y lo bendijo, y este regresó a su lugar(AO).

40 El rey siguió hasta Gilgal y Quimam fue con él; y todo el pueblo de Judá y también la mitad del pueblo de Israel acompañaban al[v] rey(AP). 41 Y he aquí, todos los hombres de Israel vinieron al rey y le dijeron[w](AQ): ¿Por qué te han secuestrado nuestros hermanos(AR), los hombres de Judá, y han hecho pasar el Jordán al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con él? 42 Entonces todos los hombres de Judá respondieron a los hombres de Israel: Porque el rey es pariente cercano nuestro[x](AS). ¿Por qué, pues, estáis enojados por esto?[y] ¿Acaso hemos comido algo a costa del rey, o se nos ha dado algo[z]? 43 Pero los hombres de Israel respondieron[aa] a los hombres de Judá, y dijeron: Nosotros tenemos diez partes(AT) en el rey, y por eso también tenemos más derecho que vosotros sobre David. ¿Por qué, pues, nos habéis menospreciado? ¿No fue nuestro consejo[ab] el primero que se dio para hacer volver a nuestro rey? Pero las palabras de los hombres de Judá fueron más duras que las palabras de los hombres de Israel.

Footnotes

  1. 2 Samuel 19:2 Lit., salvación
  2. 2 Samuel 19:4 Lit., y el rey clamó
  3. 2 Samuel 19:6 O, jefes
  4. 2 Samuel 19:6 Lit., porque entonces estaría bien ante tus ojos
  5. 2 Samuel 19:7 Lit., al corazón de
  6. 2 Samuel 19:9 Lit., la palma
  7. 2 Samuel 19:9 Lit., la palma
  8. 2 Samuel 19:11 Lit., diciendo
  9. 2 Samuel 19:18 Lit., lo bueno ante sus ojos
  10. 2 Samuel 19:24 I.e., nieto
  11. 2 Samuel 19:24 Lit., hecho
  12. 2 Samuel 19:24 Lit., hecho
  13. 2 Samuel 19:25 Lit., y el rey
  14. 2 Samuel 19:27 Lit., lo bueno ante tus ojos, y así en los vers. 37 y 38
  15. 2 Samuel 19:28 Lit., clamar
  16. 2 Samuel 19:29 Lit., dicho
  17. 2 Samuel 19:32 O, grande, o, rico
  18. 2 Samuel 19:33 O, proveeré alimentos para ti
  19. 2 Samuel 19:34 Lit., ¿Cuántos son los días de los años de mi vida
  20. 2 Samuel 19:35 Lit., hoy
  21. 2 Samuel 19:38 Lit., lo que escojas de mí
  22. 2 Samuel 19:40 Lit., pasaban con el
  23. 2 Samuel 19:41 Lit., y dijeron al rey
  24. 2 Samuel 19:42 Lit., mío
  25. 2 Samuel 19:42 Lit., esto es algo que te quema?
  26. 2 Samuel 19:42 O, se ha tomado regalo para nosotros
  27. 2 Samuel 19:43 Lit., respondió; en el resto del vers.; los verbos y formas pronominales son también singular en heb.
  28. 2 Samuel 19:43 Lit., palabra

19 Avisaron a Joab que el rey estaba llorando amargamente por Absalón. Cuando las tropas se enteraron de que el rey estaba afligido por causa de su hijo, la victoria de aquel día se convirtió en duelo para todo el ejército. Por eso las tropas entraron en la ciudad furtivamente, como lo hace un ejército avergonzado por haber huido del combate. Pero el rey, cubriéndose la cara, seguía gritando a voz en cuello: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Ay, Absalón, hijo mío, hijo mío!».

Entonces Joab fue adonde estaba el rey y le dijo: «Hoy usted ha llenado de vergüenza a todos sus siervos que salvaron su vida, la de sus hijos e hijas, esposas y concubinas.[a] ¡Usted ama a quienes lo odian y odia a quienes lo aman! Hoy ha dejado muy en claro que nada le importan sus comandantes ni sus soldados. Ahora me doy cuenta de que usted preferiría que todos nosotros estuviéramos muertos, con tal de que Absalón siguiera con vida. ¡Vamos! ¡Salga usted y anime a sus tropas! Si no lo hace, juro por el Señor que para esta noche ni un solo soldado se quedará con usted. ¡Y eso sería peor que todas las calamidades que usted ha sufrido desde su juventud hasta ahora!».

Ante esto, el rey se levantó y fue a sentarse junto a la puerta de la ciudad. Cuando los soldados lo supieron, fueron todos a presentarse ante él.

David regresa a Jerusalén

Los israelitas, mientras tanto, habían huido a sus casas, y por todas las tribus de Israel se hablaba de la situación. Decían: «El rey nos rescató del poder de nuestros enemigos; él nos libró del dominio de los filisteos. Por causa de Absalón tuvo que huir del país. 10 Pero ahora Absalón, al que habíamos ungido como rey, ha muerto en la batalla. ¿Qué nos impide pedirle al rey que vuelva?».

11 Entonces el rey David mandó este mensaje a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: «Hablen con los jefes de Judá y díganles: “El rey se ha enterado de lo que se habla por todo Israel. ¿Serán ustedes los últimos en pedirme a mí, el rey, que regrese a mi palacio? 12 Ustedes son mis hermanos, ¡son de mi propia sangre! ¿Por qué han de ser los últimos en llamarme?”. 13 Díganle también a Amasá: “¿Acaso no eres de mi propia sangre? Tú serás de por vida el comandante de mi ejército, en lugar de Joab. ¡Que Dios me castigue sin piedad si no lo cumplo!”».

14 Así el rey se ganó el aprecio de todos los de Judá, quienes a una voz le pidieron que regresara con todas sus tropas, 15 de modo que el rey emprendió el viaje y llegó hasta el Jordán. Los de Judá se dirigieron entonces a Guilgal para encontrarse con el rey y acompañarlo a cruzar el río. 16 Pero el benjamita Simí, hijo de Guerá, oriundo de Bajurín, se apresuró a bajar con los de Judá para recibir al rey David. 17 Con él iban mil benjamitas, incluso Siba, que había sido administrador de la familia de Saúl, con sus quince hijos y veinte criados. Estos llegaron al Jordán antes que el rey 18 y vadearon el río para ponerse a las órdenes del rey y ayudar a la familia real a cruzar el Jordán. Cuando el rey estaba por cruzarlo, Simí, hijo de Guerá, se inclinó ante él 19 y dijo:

—Ruego a mi señor que no tome en cuenta mi delito ni recuerde el mal que hizo este servidor suyo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén. Le ruego al rey que olvide eso. 20 Reconozco que he pecado y por eso hoy, de toda la tribu de José, he sido el primero en salir a recibir a mi señor el rey.

21 Pero Abisay, hijo de Sarvia, exclamó:

—¡Simí maldijo al ungido del Señor y merece la muerte!

22 David respondió:

—Hijos de Sarvia, esto no es asunto de ustedes, sino mío. Están actuando como si fueran mis adversarios. ¿Cómo va a morir hoy alguien del pueblo, cuando precisamente en este día vuelvo a ser rey de Israel?

23 Y dirigiéndose a Simí, el rey juró:

—¡No morirás!

24 También Mefiboset, el nieto de Saúl, salió a recibir al rey. No se había lavado los pies ni la ropa, ni se había recortado el bigote, desde el día en que el rey tuvo que irse hasta que regresó sano y salvo. 25 Cuando llegó de Jerusalén para recibir al rey, este le preguntó:

—Mefiboset, ¿por qué no viniste conmigo?

26 —Mi señor y rey, como este servidor suyo es cojo, yo quería que me aparejaran un asno para montar y así poder acompañarlo. Pero mi criado Siba me traicionó, 27 y ahora me ha calumniado ante mi señor el rey. Sin embargo, mi señor el rey es como un ángel de Dios y puede hacer conmigo lo que mejor le parezca. 28 No hay nadie en mi familia paterna que no merezca la muerte en presencia de mi señor el rey. A pesar de eso, usted le concedió a este servidor suyo comer en la mesa real. ¿Qué derecho tengo de pedirle algo más a Su Majestad?

29 El rey dijo:

—No tienes que dar más explicaciones. Ya he decidido que tú y Siba se repartan las tierras.

30 —Él puede quedarse con todo —respondió Mefiboset—; a mí me basta con que mi señor el rey haya regresado a su palacio sano y salvo.

31 También Barzilay el galaadita bajó al Jordán. Había viajado desde Roguelín para escoltar al rey cuando cruzara el río. 32 Barzilay, que ya era un anciano de ochenta años, le había proporcionado al rey todo lo necesario durante su estadía en Majanayin, pues era muy rico. 33 El rey le dijo:

—Acompáñame. Quédate conmigo en Jerusalén y yo me encargaré de todo lo que necesites.

34 —Pero ¿cuántos años de vida me quedan? —respondió Barzilay—. ¿Para qué subir con el rey a Jerusalén? 35 Ya tengo ochenta años y apenas puedo distinguir lo bueno de lo malo, o saborear lo que como y bebo, o aun apreciar las voces de los cantores y las cantoras. ¿Por qué ha de ser este servidor una carga más para mi señor el rey? 36 ¿Y por qué quiere Su Majestad recompensarme de este modo, cuando tan solo voy a acompañarlo a cruzar el Jordán? 37 Déjeme usted regresar a mi propio pueblo, para que pueda morir allí y ser enterrado junto a la tumba de mi padre y mi madre. Pero aquí le dejo a Quimán para que sirva a mi señor el rey y lo acompañe a cruzar el río. Haga usted por él lo que haría por mí.

38 —Está bien —respondió el rey—, Quimán irá conmigo y haré por él lo que me pides. Y a ti te daré todo lo que quieras.

39 La gente y el rey cruzaron el Jordán. Luego el rey le dio un beso a Barzilay y lo bendijo, y Barzilay volvió a su pueblo.

40 El rey, acompañado de Quimán y escoltado por las tropas de Judá y la mitad de las tropas de Israel, siguió hasta Guilgal. 41 Por eso los israelitas fueron a ver al rey y le reclamaron:

—¿Cómo es que nuestros hermanos de Judá se han adueñado del rey al cruzar el Jordán y lo han escoltado a él, a su familia y a todas sus tropas?

42 Los de Judá respondieron:

—¿Y a qué viene ese enojo? ¡El rey es nuestro pariente cercano! ¿Acaso hemos vivido a costillas del rey? ¿Acaso nos hemos aprovechado de algo?

43 Pero los israelitas insistieron:

—¿Por qué nos tratan con tanto desprecio? ¡Nosotros tenemos diez veces más derecho que ustedes sobre el rey David! Además, ¿no fuimos nosotros los primeros en pedirle que volviera?

Entonces los de Judá les contestaron aun con más severidad.

Footnotes

  1. 19:5 Véase nota en Gn 22:24.

19 [a]Joab was told, “The king is weeping and mourning for Absalom.” And for the whole army the victory that day was turned into mourning, because on that day the troops heard it said, “The king is grieving for his son.” The men stole into the city that day as men steal in who are ashamed when they flee from battle. The king covered his face and cried aloud, “O my son Absalom! O Absalom, my son, my son!”

Then Joab went into the house to the king and said, “Today you have humiliated all your men, who have just saved your life and the lives of your sons and daughters and the lives of your wives and concubines. You love those who hate you and hate those who love you. You have made it clear today that the commanders and their men mean nothing to you. I see that you would be pleased if Absalom were alive today and all of us were dead. Now go out and encourage your men. I swear by the Lord that if you don’t go out, not a man will be left with you by nightfall. This will be worse for you than all the calamities that have come on you from your youth till now.”(A)

So the king got up and took his seat in the gateway. When the men were told, “The king is sitting in the gateway,(B)” they all came before him.

Meanwhile, the Israelites had fled to their homes.

David Returns to Jerusalem

Throughout the tribes of Israel, all the people were arguing among themselves, saying, “The king delivered us from the hand of our enemies; he is the one who rescued us from the hand of the Philistines.(C) But now he has fled the country to escape from Absalom;(D) 10 and Absalom, whom we anointed to rule over us, has died in battle. So why do you say nothing about bringing the king back?”

11 King David sent this message to Zadok(E) and Abiathar, the priests: “Ask the elders of Judah, ‘Why should you be the last to bring the king back to his palace, since what is being said throughout Israel has reached the king at his quarters? 12 You are my relatives, my own flesh and blood. So why should you be the last to bring back the king?’ 13 And say to Amasa,(F) ‘Are you not my own flesh and blood?(G) May God deal with me, be it ever so severely,(H) if you are not the commander of my army for life in place of Joab.(I)’”

14 He won over the hearts of the men of Judah so that they were all of one mind. They sent word to the king, “Return, you and all your men.” 15 Then the king returned and went as far as the Jordan.

Now the men of Judah had come to Gilgal(J) to go out and meet the king and bring him across the Jordan. 16 Shimei(K) son of Gera, the Benjamite from Bahurim, hurried down with the men of Judah to meet King David. 17 With him were a thousand Benjamites, along with Ziba,(L) the steward of Saul’s household,(M) and his fifteen sons and twenty servants. They rushed to the Jordan, where the king was. 18 They crossed at the ford to take the king’s household over and to do whatever he wished.

When Shimei son of Gera crossed the Jordan, he fell prostrate before the king 19 and said to him, “May my lord not hold me guilty. Do not remember how your servant did wrong on the day my lord the king left Jerusalem.(N) May the king put it out of his mind. 20 For I your servant know that I have sinned, but today I have come here as the first from the tribes of Joseph to come down and meet my lord the king.”

21 Then Abishai(O) son of Zeruiah said, “Shouldn’t Shimei be put to death for this? He cursed(P) the Lord’s anointed.”(Q)

22 David replied, “What does this have to do with you, you sons of Zeruiah?(R) What right do you have to interfere? Should anyone be put to death in Israel today?(S) Don’t I know that today I am king over Israel?” 23 So the king said to Shimei, “You shall not die.” And the king promised him on oath.(T)

24 Mephibosheth,(U) Saul’s grandson, also went down to meet the king. He had not taken care of his feet or trimmed his mustache or washed his clothes from the day the king left until the day he returned safely. 25 When he came from Jerusalem to meet the king, the king asked him, “Why didn’t you go with me,(V) Mephibosheth?”

26 He said, “My lord the king, since I your servant am lame,(W) I said, ‘I will have my donkey saddled and will ride on it, so I can go with the king.’ But Ziba(X) my servant betrayed me. 27 And he has slandered your servant to my lord the king. My lord the king is like an angel(Y) of God; so do whatever you wish. 28 All my grandfather’s descendants deserved nothing but death(Z) from my lord the king, but you gave your servant a place among those who eat at your table.(AA) So what right do I have to make any more appeals to the king?”

29 The king said to him, “Why say more? I order you and Ziba to divide the land.”

30 Mephibosheth said to the king, “Let him take everything, now that my lord the king has returned home safely.”

31 Barzillai(AB) the Gileadite also came down from Rogelim to cross the Jordan with the king and to send him on his way from there. 32 Now Barzillai was very old, eighty years of age. He had provided for the king during his stay in Mahanaim, for he was a very wealthy(AC) man. 33 The king said to Barzillai, “Cross over with me and stay with me in Jerusalem, and I will provide for you.”

34 But Barzillai answered the king, “How many more years will I live, that I should go up to Jerusalem with the king? 35 I am now eighty(AD) years old. Can I tell the difference between what is enjoyable and what is not? Can your servant taste what he eats and drinks? Can I still hear the voices of male and female singers?(AE) Why should your servant be an added(AF) burden to my lord the king? 36 Your servant will cross over the Jordan with the king for a short distance, but why should the king reward me in this way? 37 Let your servant return, that I may die in my own town near the tomb of my father(AG) and mother. But here is your servant Kimham.(AH) Let him cross over with my lord the king. Do for him whatever you wish.”

38 The king said, “Kimham shall cross over with me, and I will do for him whatever you wish. And anything you desire from me I will do for you.”

39 So all the people crossed the Jordan, and then the king crossed over. The king kissed Barzillai and bid him farewell,(AI) and Barzillai returned to his home.

40 When the king crossed over to Gilgal, Kimham crossed with him. All the troops of Judah and half the troops of Israel had taken the king over.

41 Soon all the men of Israel were coming to the king and saying to him, “Why did our brothers, the men of Judah, steal the king away and bring him and his household across the Jordan, together with all his men?”(AJ)

42 All the men of Judah answered the men of Israel, “We did this because the king is closely related to us. Why are you angry about it? Have we eaten any of the king’s provisions? Have we taken anything for ourselves?”

43 Then the men of Israel(AK) answered the men of Judah, “We have ten shares in the king; so we have a greater claim on David than you have. Why then do you treat us with contempt? Weren’t we the first to speak of bringing back our king?”

But the men of Judah pressed their claims even more forcefully than the men of Israel.

Footnotes

  1. 2 Samuel 19:1 In Hebrew texts 19:1-43 is numbered 19:2-44.
Book name not found: 2 Samuel for the version: Agano Jipya: Tafsiri ya Kusoma-Kwa-Urahisi.