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Al llegar el rey David a Bahurim(A), entonces, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera(B). Cuando salió, iba maldiciendo(C), y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. Así decía Simei mientras maldecía: «¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno(D)! El Señor ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado(E); el Señor ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. Aquí estás prendido en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario(F)».

Entonces Abisai, hijo de Sarvia(G), dijo al rey: «¿Por qué ha de maldecir este perro muerto(H) a mi señor el rey(I)? Déjeme que vaya ahora y le corte[a] la cabeza». 10 Pero el rey dijo: «¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice(J), y si el Señor le ha dicho(K): “Maldice a David”, ¿quién, pues, le dirá: “¿Por qué has hecho esto(L)?”». 11 Entonces David dijo a Abisai y a todos sus siervos: «Mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida(M); ¿cuánto más entonces este benjamita? Déjenlo, que siga maldiciendo, porque el Señor se lo ha dicho(N). 12 Quizá el Señor mire mi aflicción y me devuelva[b] bien por su maldición de hoy(O)». 13 Así pues, David y sus hombres siguieron su camino; y Simei iba por el lado del monte paralelo a él, y mientras iba lo maldecía, le tiraba piedras[c] y le arrojaba polvo.

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Footnotes

  1. 2 Samuel 16:9 Lit. quite.
  2. 2 Samuel 16:12 Lit. y el Señor me devuelva.
  3. 2 Samuel 16:13 Lit. piedras paralelo a él.