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16 Apenas había pasado David un poco más allá de la cumbre del monte, cuando Siba, el criado de Mefi-boset, salió a recibirlo con un par de asnos ensillados y cargados con doscientos panes, cien racimos de pasas, cien panes de higos secos y un cuero de vino. El rey preguntó a Siba:

—¿Para qué es esto?

Y Siba respondió:

—Los asnos son para que monte la familia del rey, los panes y las pasas para que coman los criados, y el vino para que beban los que se cansen en el desierto.

—¿Dónde está el hijo de tu señor? —preguntó el rey.

Siba respondió:

—Se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: “Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.”

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