Add parallel Print Page Options

Y ahora toda la familia se me ha enfrentado, exigiendo que les entregue al fratricida, para darle muerte, vengar a su hermano asesinado y acabar también con el único heredero. Así apagarán el rescoldo que me queda y dejarán a mi marido sin apellido ni descendencia sobre la tierra.

El rey le dijo a la mujer:

— Vete a casa, que yo solucionaré tu problema.

La mujer de Tecoa insistió:

— Majestad, yo y mi familia somos los responsables; el rey y su trono no tienen culpa.

Read full chapter