Add parallel Print Page Options

El comandante, en cuyo brazo se apoyaba el rey, respondió al hombre de Dios y dijo:

—He aquí, aun cuando el SEÑOR hiciera ventanas en los cielos, ¿sería esto posible?

Y él dijo:

—¡He aquí que tú lo verás con tus ojos, pero no comerás de ello!

Final del sitio de Samaria

Había cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta de la ciudad, los cuales se dijeron unos a otros:

—¿Para qué nos quedamos aquí hasta morir? Si decimos: “Entremos en la ciudad”, el hambre está en la ciudad, y moriremos allí; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Ahora pues, vayamos y pasemos al campamento de los sirios. Si nos conceden la vida, viviremos; y si nos matan, moriremos.

Read full chapter