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25 Los soldados no permitían que nadie entrara a la ciudad con alimentos, por eso hubo una gran escasez de alimentos en la ciudad. Fue tanta el hambre que la cabeza de un burro se vendía por 80 monedas[a] de plata y un cuarto de litro de estiércol por cinco monedas de plata.

26 El rey de Israel estaba caminando por el muro de la ciudad y escuchó una mujer que gritó:

—Mi señor y rey, por favor, ayúdame.

27 El rey de Israel le dijo:

—Si el SEÑOR no te ayuda, ¿cómo puedo ayudarte? No te puedo dar grano del lugar donde se trilla ni vino del lugar donde se pisa la uva.

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Footnotes

  1. 6:25 monedas Textualmente siclos. Ver tabla de pesas y medidas.