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25 El sitio duró tanto tiempo que provocó un hambre terrible en la ciudad, hasta tal punto que una cabeza de asno llegó a costar ochenta monedas de plata,[a] y un poco de algarroba,[b] cinco.

26 Un día, mientras el rey recorría la muralla, una mujer le gritó:

―¡Sálvanos, oh mi señor el rey!

27 ―Si el Señor no te salva —respondió el rey—, ¿de dónde voy a sacar yo comida para salvarte? ¿Del granero? ¿Del lagar?

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Footnotes

  1. 6:25 ochenta monedas de plata. Lit. ochenta [siclos] de plata.
  2. 6:25 un poco de algarroba. Lit. un cuarto de cab de estiércol de paloma (es decir, aprox. un tercio de litro de cierta legumbre no comestible).