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32 Cuando Eliseo llegó a la casa, he aquí que el niño estaba muerto, tendido sobre su cama. 33 Entonces entró, cerró la puerta detrás de ellos dos, y oró al SEÑOR. 34 Después subió y se echó sobre el niño, su boca sobre su boca, sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre sus manos. Así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor.

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