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Quitó el poste de Aserá del templo del SEÑOR y lo quemó fuera de la ciudad, en el valle del Cedrón. Allí destruyó los pedazos quemados hasta hacerlos polvo y los esparció sobre la fosa común. El rey Josías también demolió las habitaciones que estaban en el templo del SEÑOR dedicadas a la prostitución idólatra entre hombres[a] y donde también las mujeres tejían mantos para la diosa Aserá.

Josías ordenó que fueran trasladados a Jerusalén todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y destruyó todos los santuarios donde los sacerdotes quemaban incienso, desde Gueba hasta Berseba, y también los santuarios que estaban al lado izquierdo, cerca de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad.

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Footnotes

  1. 23:7 prostitución idólatra entre hombres Eran hombres que vendían su cuerpo para practicar inmoralidad sexual con otros hombres. En Canaán era común esta práctica en los ritos de adoración a dioses falsos.