2 Reyes 19:20-20:19

La Biblia de las Américas

²⁰ Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: Así dice el Señor, Dios de Israel: «Lo que me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria, he escuchado^(A)». ²¹ Esta es la palabra que el Señor ha hablado contra él:

²⁹ »Esto te será por señal^(O): Este año comeréis^[g] lo que crezca espontáneamente; el segundo año lo que nazca de por sí, y en el tercer año sembrad, segad, plantad viñas y comed su fruto. ³⁰ Y el remanente de la casa de Judá^(P) que se salve, echará de nuevo raíces por debajo y dará fruto por arriba. ³¹ Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte Sión sobrevivientes^[h](Q). El celo del Señor de los ejércitos^[i] hará esto^(R). ³² Por tanto, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: “El no entrará en esta ciudad, ni lanzará allí flecha alguna; tampoco vendrá delante de ella con escudo, ni levantará terraplén contra ella^(S). ³³ Por el camino que vino, por él se volverá^(T), y no entrará en esta ciudad” —declara el Señor. ³⁴ Porque defenderé esta ciudad para salvarla por amor a mí mismo^(U) y por amor a mi siervo David^(V)».

Muerte de Senaquerib

³⁵ Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; cuando los demás se levantaron por la mañana, he aquí, todos eran cadáveres^(W). ³⁶ Senaquerib, rey de Asiria, partió y regresó a su tierra^(X), y habitó en Nínive^(Y). ³⁷ Y sucedió que mientras él adoraba en la casa de su dios Nisroc, Adramelec y Sarezer^[j] lo mataron a espada^(Z) y huyeron a la tierra de Ararat^(AA). Y su hijo^(AB) Esar-hadón reinó en su lugar.

Enfermedad y curación de Ezequías

20 ^(AC)En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Así dice el Señor: «Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás^(AD)». ² Entonces él volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor, diciendo: ³ Te ruego, oh Señor, que te acuerdes^(AE) ahora de cómo yo he andado delante de ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante tus ojos^(AF). Y Ezequías lloró amargamente^[k](AG). ⁴ Y aconteció que antes que Isaías hubiera salido del patio central, vino a él la palabra del Señor, diciendo: ⁵ Vuelve y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo^(AH): «Así dice el Señor, Dios de tu padre David: “He escuchado tu oración^(AI) y he visto tus lágrimas^(AJ); he aquí, te sanaré. Al tercer día subirás a la casa del Señor. ⁶ Y añadiré quince años a tu vida^[l], y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano^[m] del rey de Asiria; y defenderé esta ciudad por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David^(AK)”». ⁷ Entonces Isaías dijo: Tomad una masa de higos. La tomaron y la pusieron sobre la úlcera, y sanó.

⁸ Y Ezequías dijo a Isaías: ¿Cuál será la señal de que el Señor me sanará, y de que subiré a la casa del Señor al tercer día? ⁹ Respondió Isaías: Esta será la señal del Señor para ti, de que el Señor hará lo que ha dicho^(AL): ¿avanzará la sombra diez grados^[n] o retrocederá diez grados^[o]? ¹⁰ Y Ezequías respondió: Es fácil que la sombra decline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. ¹¹ El profeta Isaías clamó al Señor, y Él hizo volver atrás la sombra diez grados en las gradas las que había declinado, en las gradas de Acaz^(AM).

Ezequías muestra sus tesoros

^12 (AN)En aquel tiempo Berodac-baladán^[p], hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías, porque oyó que Ezequías había estado enfermo. ¹³ Y Ezequías los escuchó y les mostró toda su casa del tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros^(AO). No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara. ¹⁴ Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: Han venido de un país lejano, de Babilonia. ¹⁵ Y él dijo: ¿Qué han visto en tu casa? Y Ezequías respondió: Han visto todo lo que hay en mi casa; no hay nada entre mis tesoros que yo no les haya mostrado.

¹⁶ Entonces Isaías dijo a Ezequías: Oye la palabra del Señor: ¹⁷ «He aquí, vienen días cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará» —dice el Señor^(AP). ¹⁸ «Y algunos de tus hijos que saldrán de ti, los que engendrarás, serán llevados, y serán oficiales^[q] en el palacio del rey^(AQ) de Babilonia^(AR)». ¹⁹ Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra del Señor que has hablado es buena^(AS). Pues pensaba^[r]: ¿No es así, si hay paz y seguridad^[s] en mis días?