Add parallel Print Page Options

26 Así que dijeron al rey de Asiria:

— Las gentes que has deportado y establecido en las ciudades de Samaría no conocen la religión del dios del país.

27 El rey de Asiria reaccionó dando esta orden:

— Llevad allí a alguno de los sacerdotes que habéis traído deportados; que vaya a vivir con ellos y les enseñe la religión del dios de aquel país.

28 Así, pues, uno de los sacerdotes deportados de Samaría vino a vivir a Betel, donde les estuvo enseñando a respetar al Señor.

Read full chapter