2 Reyes 16-20

Nueva Biblia de las Américas

Reinado de Acaz

16 En el año diecisiete de Peka, hijo de Remalías, comenzó a reinar Acaz, hijo de Jotam, rey de Judá^(A). ^2 (B)Acaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto ante los ojos del Señor su Dios como su padre David había hecho. ³ Anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar a su hijo por el fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el Señor había arrojado^(C) de delante de los israelitas^(D). ⁴ Y sacrificó y quemó incienso en los lugares altos^(E), en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.

⁵ Entonces Rezín, rey de Aram, y Peka, hijo de Remalías^(F), rey de Israel, subieron a Jerusalén para hacer guerra y sitiaron a Acaz; pero no lo podían vencer^(G). ⁶ En aquel tiempo Rezín, rey de Aram, recuperó a Elat^(H) para Aram, y echó a los judíos de Elat^[a] completamente; y los arameos vinieron a Elat y allí han morado hasta hoy.

⁷ Acaz envió mensajeros^(I) a Tiglat Pileser, rey de Asiria^(J), diciéndole: «Yo soy tu siervo y tu hijo; sube y líbrame de la mano del rey de Aram y de la mano del rey de Israel que se han levantado contra mí». ⁸ Acaz tomó la plata y el oro que se hallaba en la casa del Señor y en los tesoros de la casa del rey, y envió un presente al rey de Asiria^(K). ⁹ El rey de Asiria lo escuchó^(L), y el rey de Asiria subió contra Damasco y la tomó^(M), y se llevó a su pueblo al destierro en Kir^(N), y dio muerte a Rezín.

¹⁰ El rey Acaz fue a Damasco a ver a Tiglat Pileser, rey de Asiria^(O), y vio el altar que estaba en Damasco; y el rey Acaz envió al sacerdote^(P) Urías el diseño del altar y su réplica, conforme a toda su hechura. ¹¹ Y el sacerdote Urías edificó un altar; conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de Damasco, así lo hizo el sacerdote Urías antes del regreso del rey Acaz de Damasco. ¹² Cuando vino el rey de Damasco y vio el altar, el rey se acercó al altar y subió hasta^[b] él^(Q); ¹³ quemó su holocausto y su ofrenda de cereal, derramó su libación y roció la sangre de sus ofrendas de paz sobre el altar; ¹⁴ y el altar de bronce^(R), que estaba delante del Señor, lo trajo de delante de la casa, de entre su altar^(S) y la casa del Señor, y lo puso al lado norte de su altar.

¹⁵ Entonces el rey Acaz dio órdenes al sacerdote Urías: «Quema sobre el gran altar el holocausto de la mañana y la ofrenda de cereal de la tarde^(T), el holocausto del rey y su ofrenda de cereal, con el holocausto de todo el pueblo de la tierra y con su ofrenda de cereal y sus libaciones. Rocía sobre él toda la sangre del holocausto y toda la sangre del sacrificio. Pero el altar de bronce será para mí para consultar^(U)». ¹⁶ Y el sacerdote Urías hizo conforme a todo lo que el rey Acaz le había ordenado.

¹⁷ Entonces el rey Acaz cortó los bordes de las basas, y quitó de ellas la pila^(V). También quitó el mar de sobre los bueyes^(W) de bronce que estaban debajo de él y lo puso sobre un enlosado de piedra. ¹⁸ Y el pórtico para el día de reposo, que habían edificado en la casa, y la entrada exterior del rey, los quitó de la casa del Señor a causa del rey de Asiria. ¹⁹ Los demás hechos de Acaz, lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá^(X)? ²⁰ Acaz durmió^(Y) con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David; y su hijo Ezequías reinó en su lugar^(Z).

Causas de la caída del reino de Israel

17 En el año doce de Acaz, rey de Judá, Oseas, hijo de Ela^(AA), comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó nueve años. ² Hizo lo malo ante los ojos del Señor, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. ³ Subió contra él Salmanasar^(AB), rey de Asiria, y Oseas fue hecho su siervo^(AC), y le pagaba tributo. ⁴ Pero el rey de Asiria descubrió una conspiración de^[c] Oseas, quien había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria como había hecho año tras año. Por tanto el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel. ⁵ Entonces el rey de Asiria invadió todo el país y subió a Samaria^(AD), y le puso sitio por tres años. ⁶ En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria^(AE) y se llevó a Israel al destierro^(AF) en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán^(AG), y en las ciudades de los medos^(AH).

⁷ Esto sucedió porque los israelitas habían pecado contra el Señor su Dios^(AI), que los había sacado de la tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón, rey de Egipto^(AJ), y habían reverenciado a otros dioses^(AK); ⁸ y anduvieron en las costumbres de las naciones que el Señor había arrojado de delante de los israelitas^(AL), y en las costumbres de los reyes de Israel que ellos habían introducido^(AM). ⁹ Los israelitas secretamente hicieron cosas^[d] que no eran rectas contra el Señor su Dios. Además se edificaron lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas^(AN). ¹⁰ Se erigieron pilares sagrados^(AO) y Aseras^[e] sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso^(AP). ¹¹ Quemaron incienso allí en todos los lugares altos, como las naciones que el Señor se había llevado al destierro de delante de ellos; e hicieron cosas malas provocando al Señor. ¹² Y sirvieron a ídolos, acerca de los cuales el Señor les había dicho: «Ustedes no harán esto^(AQ)».

¹³ El Señor amonestaba^(AR) a Israel y a Judá por medio de todos Sus profetas^(AS) y de todo vidente^(AT), diciendo: «Vuélvanse de sus malos caminos y guarden Mis mandamientos, Mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a sus padres y que les envié por medio de Mis siervos los profetas^(AU)». ¹⁴ Sin embargo, ellos no escucharon, sino que fueron tercos^[f] como sus padres, que no creyeron en el Señor su Dios^(AV). ¹⁵ Desecharon Sus estatutos^(AW) y el pacto que Él había hecho con sus padres^(AX), y Sus advertencias con las cuales los había amonestado. Siguieron la vanidad^(AY) y se hicieron vanos^(AZ), y fueron en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el Señor les había ordenado que no hicieran como ellas^(BA). ¹⁶ Y abandonaron todos los mandamientos del Señor su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros^(BB); hicieron una Asera^[g](BC), adoraron a todo el ejército de los cielos^(BD) y sirvieron a Baal^(BE). ¹⁷ Hicieron pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas^(BF). Practicaron la adivinación y los encantamientos^(BG), y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocándolo^(BH). ¹⁸ Y el Señor se enojó en gran manera contra Israel^(BI) y los quitó de su presencia. Solo quedó la tribu de Judá^(BJ).

¹⁹ Tampoco Judá guardó los mandamientos del Señor su Dios^(BK), sino que anduvieron en las costumbres^[h] que Israel había introducido^(BL). ²⁰ Y el Señor desechó a toda la descendencia^[i] de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia^(BM). ²¹ Cuando Él arrancó a Israel de la casa de David^(BN), ellos hicieron rey a Jeroboam^(BO), hijo de Nabat. Entonces Jeroboam apartó a Israel de seguir al Señor, y les hizo cometer un gran pecado^(BP). ²² Los israelitas anduvieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam; no se apartaron de ellos, ²³ hasta que el Señor quitó a Israel de Su presencia, como Él había hablado por medio de todos Sus siervos los profetas^(BQ). E Israel fue llevado de su propia tierra al destierro, a Asiria^(BR), hasta hoy.

²⁴ El rey de Asiria trajo hombres de Babilonia, de Cuta, de Ava^[j](BS), de Hamat^(BT) y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria en lugar de los israelitas. Y tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus ciudades^(BU). ²⁵ Al principio de habitar ellos allí, no temieron al Señor^(BV), así que el Señor envió leones entre ellos que mataron a muchos de ellos. ²⁶ Entonces hablaron al rey de Asiria: «Las naciones que ha llevado al destierro a las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del dios de la tierra; por eso él ha enviado leones entre ellos, y es la causa por la que los leones los matan porque ellos no conocen la costumbre del dios de la tierra».

²⁷ Y el rey de Asiria ordenó: «Lleven allá a uno de los sacerdotes que ustedes llevaron al destierro, y que él vaya y habite allí; y que les enseñe la costumbre del dios de la tierra». ²⁸ Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel^[k], y les enseñó cómo habían de temer al Señor. ²⁹ Pero cada nación continuó haciendo sus propios dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que los samaritanos habían hecho^(BW), cada nación en las ciudades en que habitaban. ³⁰ Y los hombres de Babilonia hicieron a Sucot Benot; los hombres de Cuta^(BX) hicieron a Nergal; los hombres de Hamat hicieron a Asima; ³¹ y los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos en el fuego^(BY) como ofrenda a Adramelec^(BZ) y Anamelec, dioses de Sefarvaim^(CA). ³² También temían al Señor^(CB) pero nombraron de entre sí sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en las casas de los lugares altos^(CC). ³³ Temían al Señor pero servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro.

³⁴ Hasta el día de hoy siguen haciendo conforme a sus antiguas costumbres. No temen^[l] al Señor, ni siguen sus estatutos ni sus ordenanzas ni la ley ni el mandamiento que el Señor había ordenado a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel^(CD), ³⁵ con los cuales el Señor hizo un pacto y les ordenó: «No temerán^[m] a otros dioses^(CE) ni se inclinarán ante ellos, no los servirán ni les ofrecerán sacrificios^(CF). ³⁶ Sino que al Señor, que los hizo subir de la tierra de Egipto^(CG) con gran poder y con brazo extendido^(CH), a Él temerán^[n] y ante Él se inclinarán^(CI) y a Él ofrecerán sacrificios. ³⁷ Y los estatutos, las ordenanzas, la ley y el mandamiento que Él les escribió^(CJ), cuidarán de cumplirlos siempre, y no temerán a otros dioses. ³⁸ Y el pacto que he hecho con ustedes, no lo olvidarán, ni temerán a otros dioses^(CK). ³⁹ Sino que al Señor su Dios temerán, y Él los librará de mano de todos sus enemigos».

⁴⁰ Pero ellos no escucharon, sino que hicieron conforme a su antigua costumbre. ⁴¹ Y aunque estas naciones temían al Señor, también servían a sus ídolos^(CL); y de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos.

Ezequías rey de Judá

18 En el año tercero de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel^(CM), comenzó a reinar Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá^(CN). ^2 (CO)Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abi^[o], hija de Zacarías. ³ Hizo lo recto ante los ojos del Señor^(CP), conforme a todo lo que su padre David había hecho. ⁴ Quitó los lugares altos^(CQ), derribó los pilares sagrados y cortó la Asera^[p]. También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho^(CR), porque hasta aquellos días los israelitas le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán^[q].

⁵ Ezequías confió en el Señor, Dios de Israel^(CS). Después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni entre los que fueron antes de él^(CT), ⁶ porque se apegó al Señor; no se apartó de Él^(CU), sino que guardó los mandamientos que el Señor había ordenado a Moisés. ⁷ El Señor estaba con él; adondequiera que iba prosperaba^(CV). Se rebeló contra el rey de Asiria y no le sirvió^(CW). ⁸ Derrotó^[r] a los filisteos hasta Gaza^(CX) y su territorio, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas^(CY).

⁹ En el año cuarto del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, Salmanasar, rey de Asiria, subió contra Samaria y la sitió^(CZ), ¹⁰ y después de tres años la tomaron. En el año sexto de Ezequías, que era el año noveno de Oseas, rey de Israel, Samaria fue tomada^(DA). ¹¹ Y el rey de Asiria llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en el Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos^(DB), ¹² porque no obedecieron la voz del Señor su Dios, sino que quebrantaron Su pacto, es decir, todo lo que Moisés, siervo del Señor, había ordenado; no escucharon, ni lo cumplieron^(DC).

Invasión de Senaquerib

^13 (DD)En el año catorce del rey Ezequías, subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó. ¹⁴ Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria en Laquis: «He hecho lo malo^(DE). Retírate^[s] de mí; lo que me impongas, aceptaré». Y el rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, 10.2 toneladas de plata y una tonelada de oro. ¹⁵ Y Ezequías le dio toda la plata que se hallaba en la casa del Señor y en los tesoros de la casa del rey^(DF). ¹⁶ En aquel tiempo Ezequías quitó el oro de las puertas del templo del Señor, y de los postes de las puertas que el mismo Ezequías, rey de Judá, había revestido de oro, y lo entregó al rey de Asiria.

¹⁷ Desde Laquis el rey de Asiria envió a Jerusalén, al Tartán^(DG), al Rabsaris y al Rabsaces^[t] con un gran ejército contra el rey Ezequías. Y subieron y llegaron a Jerusalén. Y cuando subieron, llegaron y se colocaron junto al acueducto del estanque superior que está en la calzada del campo del Batanero^[u](DH). ¹⁸ Llamaron al rey, y salió a ellos Eliaquim, hijo de Hilcías^(DI), que era mayordomo, con el escriba Sebna^(DJ) y el cronista Joa, hijo de Asaf.

¹⁹ Entonces el Rabsaces les dijo: «Digan ahora a Ezequías: “Así dice el gran rey, el rey de Asiria: ‘¿Qué confianza es esta que tú tienes^(DK)? ²⁰ Tú dices (pero solo son palabras vanas): “Tengo consejo y poder para la guerra”. Pero ahora, ¿en quién confías que te has rebelado contra mí^(DL)? ²¹ Yo sé que tú confías en el báculo de esta caña quebrada, es decir, en Egipto^(DM), en el cual, si un hombre se apoya, penetrará en su mano y la traspasará. Así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él. ²² Pero si ustedes me dicen: “Nosotros confiamos en el Señor nuestro Dios”, ¿no es Él aquel cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado^(DN) y ha dicho a Judá y a Jerusalén: “Adorarán delante de este altar en Jerusalén”? ²³ Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo^[v] con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré 2,000 caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos. ²⁴ ¿Cómo, pues, puedes rechazar a un oficial^[w] de los menores de los siervos de mi señor, y confiar en Egipto para tener carros y hombres de a caballo? ²⁵ ¿He subido ahora sin el consentimiento del Señor contra este lugar para destruirlo? El Señor me dijo: “Sube contra esta tierra y destrúyela”’”».

²⁶ Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: «Le rogamos que hable a sus siervos en arameo^(DO), porque nosotros lo entendemos^[x], y no nos hable en la lengua de Judá^[y] a oídos del pueblo que está sobre la muralla». ²⁷ Pero el Rabsaces les dijo: «¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras solo a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, condenados a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con ustedes?». ²⁸ El Rabsaces se puso en pie, gritó a gran voz en la lengua de Judá, y dijo: «Escuchen la palabra del gran rey, el rey de Asiria. ²⁹ Así dice el rey: “Que no los engañe Ezequías, porque él no los podrá librar de mi^[z] mano^(DP); ³⁰ ni que Ezequías les haga confiar en el Señor, diciendo: ‘Ciertamente el Señor nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria’. ³¹ No escuchen a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: ‘Hagan la paz conmigo^[aa] y salgan a mí, y coma cada uno de su vid y cada uno de su higuera, y beba^(DQ) cada cual de las aguas de su cisterna, ³² hasta que yo venga y los lleve a una tierra como la tierra de ustedes, tierra de grano y de vino nuevo, tierra de pan y de viñas, tierra de olivos y de miel, para que vivan y no mueran^(DR)’.

Pero no escuchen a Ezequías porque los engaña, diciendo: ‘El Señor nos librará’. ³³ ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de la mano del rey de Asiria^(DS)? ³⁴ ¿Dónde están los dioses de Hamat y de Arfad^(DT)? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim, de Hena y de Iva^(DU)? ¿Cuándo han librado ellos a Samaria de mi mano^(DV)? ³⁵ ¿Quiénes de entre todos los dioses de estas tierras han librado su tierra de mi mano^(DW), para que el Señor libre a Jerusalén de mi mano?”». ³⁶ Pero el pueblo se quedó callado y no le respondió palabra alguna, porque la orden del rey era: «No le respondan». ³⁷ Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías^(DX), mayordomo de la casa real, el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados^(DY), y le relataron las palabras del Rabsaces.

Ezequías y el profeta Isaías

19 ^(DZ)Cuando el rey Ezequías oyó esto rasgó sus vestidos^(EA), se cubrió de cilicio^(EB) y entró en la casa del Señor. ² Envió entonces a Eliaquim, mayordomo de la casa real, con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio^(EC), para hablar con el profeta Isaías, hijo de Amoz^(ED). ³ Y ellos le dijeron: «Así dice Ezequías: “Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz. ⁴ Tal vez el Señor tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces^(EE), a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y lo reprenderá por las palabras que el Señor tu Dios ha oído^(EF). Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda^(EG)”».

⁵ Cuando llegaron los siervos del rey Ezequías ante Isaías, ⁶ este les dijo: «Así dirán a su señor: “Así dice el Señor: ‘No temas por las palabras que has oído, con las que los criados del rey de Asiria^(EH) me han blasfemado^(EI). ⁷ Yo pondré en él un espíritu, oirá un rumor^(EJ) y se volverá a su tierra; y en su tierra lo haré caer a espada^(EK)’”».

⁸ Entonces el Rabsaces volvió y halló al rey de Asiria peleando contra Libna^(EL), pues había oído que el rey había partido de Laquis^(EM). ⁹ Y les oyó decir acerca de Tirhaca, rey de Cus^[ab]: «Ha salido a pelear contra ti». Entonces envió de nuevo mensajeros a Ezequías, diciendo: ¹⁰ «Así dirán a Ezequías, rey de Judá: “No te engañe tu Dios en quien tú confías^(EN), diciendo: ‘Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria^(EO)’. ¹¹ Tú has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las naciones^[ac], destruyéndolas por completo, ¿y serás tú librado? ¹² ¿Acaso los libraron los dioses de las naciones que mis padres destruyeron^(EP), es decir, Gozán^(EQ), Harán^(ER), Resef y a los hijos de Edén que estaban en Telasar^(ES)? ¹³ ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva^(ET)?”».

¹⁴ Entonces Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó, y subió a la casa del Señor y la extendió delante del Señor^(EU). ¹⁵ Y oró Ezequías delante del Señor, y dijo: «Oh Señor, Dios de Israel, que estás sobre los querubines^(EV), solo Tú eres Dios de todos los reinos de la tierra^(EW). Tú hiciste los cielos y la tierra. ¹⁶ Inclina, oh Señor, Tu oído y escucha; abre, oh Señor, Tus ojos y mira^(EX); escucha las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo^(EY). ¹⁷ En verdad, oh Señor, los reyes de Asiria han asolado las naciones y sus tierras, ¹⁸ y han echado sus dioses al fuego, porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre, de madera y piedra^(EZ); por eso los han destruido. ¹⁹ Y ahora, oh Señor, Dios nuestro, líbranos, te ruego, de su mano para que todos los reinos de la tierra sepan que solo Tú^(FA), oh Señor, eres Dios^(FB)».

²⁰ Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Lo que me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria, he escuchado^(FC)”. ²¹ Esta es la palabra que el Señor ha hablado contra él:

²⁹ ”Esto te será por señal^(FQ): Este año ustedes comerán lo que crezca espontáneamente; el segundo año lo que nazca de por sí, y en el tercer año siembren, sieguen, planten viñas y coman su fruto. ³⁰ Y el remanente de la casa de Judá^(FR) que se salve, de nuevo echará raíces por debajo y dará fruto por arriba. ³¹ Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte Sión sobrevivientes^(FS). El celo del Señor de los ejércitos hará esto^(FT).

³² ”Por tanto, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: ‘Él no entrará en esta ciudad, ni lanzará allí flecha alguna; tampoco vendrá delante de ella con escudo, ni levantará terraplén contra ella^(FU). ³³ Por el camino que vino, por él se volverá^(FV), y no entrará en esta ciudad’”, declara el Señor. ³⁴ “Porque defenderé esta ciudad para salvarla por amor a Mí mismo^(FW) y por amor a Mi siervo David^(FX)”».

Muerte de Senaquerib

³⁵ Aconteció que aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió a 185,000 en el campamento de los asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres^(FY). ³⁶ Senaquerib, rey de Asiria, salió y regresó a su tierra^(FZ), y habitó en Nínive^(GA). ³⁷ Y mientras él adoraba en la casa de su dios Nisroc, Adramelec y Sarezer lo mataron a espada^(GB) y huyeron a la tierra de Ararat^(GC). Y su hijo^(GD) Esar Hadón reinó en su lugar.

Enfermedad y curación de Ezequías

20 ^(GE)En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: «Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás^(GF)”». ² Entonces él volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor, diciendo: ³ «Te ruego, oh Señor, que te acuerdes^(GG) ahora de cómo yo he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante Tus ojos^(GH)». Y Ezequías lloró amargamente^(GI).

⁴ Y antes que Isaías hubiera salido del patio central, vino a él la palabra del Señor, diciendo: ⁵ «Vuelve y dile a Ezequías, príncipe de Mi pueblo^(GJ): “Así dice el Señor, Dios de tu padre David: ‘He escuchado tu oración^(GK) y he visto tus lágrimas^(GL); entonces te sanaré. Al tercer día subirás a la casa del Señor. ⁶ Y añadiré quince años a tu vida^[ae], y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiria; y defenderé esta ciudad por amor a Mí mismo y por amor a Mi siervo David^(GM)’”». ⁷ Entonces Isaías dijo: «Tomen una masa de higos». La tomaron y la pusieron sobre la úlcera, y sanó.

⁸ Y Ezequías dijo a Isaías: «¿Cuál será la señal de que el Señor me sanará, y de que subiré a la casa del Señor al tercer día?». ⁹ Respondió Isaías: «Esta será la señal del Señor para ti, de que el Señor hará lo que ha dicho^(GN): ¿avanzará la sombra diez grados^[af] o retrocederá diez grados^[ag]?». ¹⁰ Y Ezequías respondió: «Es fácil que la sombra decline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados». ¹¹ El profeta Isaías clamó al Señor, y Él hizo volver atrás la sombra diez grados en las gradas por las que había declinado, en las gradas de Acaz^(GO).

Ezequías muestra sus tesoros

^12 (GP)En aquel tiempo Berodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías, porque oyó que Ezequías había estado enfermo. ¹³ Y Ezequías los escuchó y les mostró toda su casa del tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros^(GQ). No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara. ¹⁴ Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: «¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti?». Y Ezequías respondió: «Han venido de un país lejano, de Babilonia». ¹⁵ Y él dijo: «¿Qué han visto en tu casa?». Y Ezequías respondió: «Han visto todo lo que hay en mi casa; no hay nada entre mis tesoros que yo no les haya mostrado».

¹⁶ Entonces Isaías dijo a Ezequías: «Oye la palabra del Señor: ¹⁷ “Vienen días cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará”, dice el Señor^(GR). ¹⁸ “Y algunos de tus hijos que saldrán de ti, los que engendrarás, serán llevados, y serán oficiales^[ah] en el palacio del rey^(GS) de Babilonia^(GT)”». ¹⁹ Entonces Ezequías dijo a Isaías: «La palabra del Señor que has hablado es buena^(GU). Pues pensaba^[ai]: ¿No es así, si hay paz y seguridad^[aj] en mis días?». ²⁰ Los demás hechos de Ezequías y todo su poderío, y cómo hizo el estanque^(GV) y el acueducto, y trajo agua a la ciudad, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá^(GW)? ²¹ Y durmió Ezequías con sus padres; y su hijo Manasés reinó en su lugar^(GX).