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No le había quedado gente a Joacaz, salvo cincuenta jinetes, diez carros y diez mil hombres de infantería. Porque el rey de Siria los había destruido y los había dejado como polvo de la trilla.

Los demás hechos de Joacaz, todas las cosas que hizo y su poderío, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? Joacaz reposó con sus padres, y lo sepultaron en Samaria. Y su hijo Joás reinó en su lugar.

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