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Arma en mano, rodead por completo al rey; y, si alguien se atreve a penetrar las filas,[a] matadlo. ¡No dejéis solo al rey, vaya donde vaya!»

Los capitanes cumplieron con todo lo que el sacerdote Joyadá les había ordenado. Cada uno reunió a sus hombres, tanto a los que estaban de servicio el sábado como a los que estaban libres, y se presentaron ante Joyadá. 10 Este repartió entre los capitanes las lanzas y los escudos del rey David, que estaban guardados en el templo del Señor.

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Footnotes

  1. 11:8 las filas. Alt. los precintos; también en v. 15.