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Ante todo, sepan esto(A): que en los últimos días(B) vendrán burladores(C) con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones(D), y diciendo: «¿Dónde está la promesa(E) de Su venida(F)? Porque desde que los padres durmieron[a](G), todo continúa tal como estaba desde el principio de la creación(H)».

Pues cuando dicen esto, no se dan cuenta de que[b] los cielos existían desde hace mucho tiempo(I), y también la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas(J) por la palabra de Dios, por lo cual el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado(K) por el agua(L). Pero los cielos y la tierra actuales(M) están reservados por Su palabra para el fuego(N), guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos(O).

El día del Señor

Pero, amados(P), no ignoren esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día(Q). El Señor no se tarda(R) en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente(S) para con ustedes[c], no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento[d](T). 10 Pero el día del Señor(U) vendrá como ladrón(V), en el cual los cielos pasarán(W) con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego[e] intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas[f](X).

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Footnotes

  1. 3:4 O murieron.
  2. 3:5 O ignoran intencionadamente este hecho, que.
  3. 3:9 Algunos mss. posteriores dicen: nosotros.
  4. 3:9 I.e. tengan oportunidad de arrepentirse.
  5. 3:10 O calor.
  6. 3:10 Algunos mss. antiguos dicen: descubiertas.