Add parallel Print Page Options

Luego Jasón empezó a matar sin piedad a sus propios compatriotas, pues no los consideraba hermanos sino enemigos. ¡No entendía que aquella matanza le iba a traer muchas desgracias!

A pesar de todo lo que hizo, Jasón no logró conseguir el poder. Lo único que consiguió fue quedar avergonzado, hasta el punto de tener que huir hacia el país de Amón. Su vida terminó muy mal, pues primero fue tomado preso por Aretas, jefe de los árabes, y luego tuvo que escapar de ciudad en ciudad. Fue perseguido y odiado, por haber rechazado las leyes de su pueblo y por haber traicionado a su país y matado a sus compatriotas. De este modo fue a parar a Egipto.

Read full chapter