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21-22 Entonces fijaron un día para que los jefes de los dos ejércitos se reunieran a solas.

Ese día, Judas puso en distintos lugares a hombres armados y listos para defenderlo, en caso de que los enemigos le tendieran una trampa. Cada jefe de su ejército llegó en su carro, y la reunión se celebró sin ningún problema.

23 Nicanor se quedó en Jerusalén por un tiempo, y se portó tan bien que hasta despidió a los soldados que se le habían unido.

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