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34 Se trabó el combate, y cayeron algunos judíos. 35 Entonces Dositeo, un valiente soldado de caballería, judío tubiano, agarró a Gorgias por el manto y empezó a arrastrarlo con fuerza, con intención de capturar vivo a este infame; pero un jinete de Tracia se lanzó contra Dositeo y le cortó el brazo, y así Gorgias pudo huir a la ciudad de Maresá.

36 Los soldados de Azarías, que llevaban mucho tiempo combatiendo, estaban muy cansados. Entonces Judas suplicó al Señor que se pusiera de parte de ellos y los guiara en la batalla.

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