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¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que ha tenido a bien ponerte en su trono como rey del Señor tu Dios y, reafirmando su eterno amor a Israel, te ha convertido en su rey para garantizar la justicia y el derecho!

La reina regaló al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de perfumes y piedras preciosas. Nunca hubo perfumes como los que la reina de Sabá regaló al rey Salomón. 10 Además, los siervos de Jirán y los de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron también gran cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas.

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