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Sé que está de más que les hable de ayudar a los cristianos. Ustedes siempre están dispuestos a ayudar; y he tenido el orgullo de decir a los hermanos de Macedonia que, hace un año, ustedes, los de Acaya, ya estaban listos para enviar una ofrenda. Y es más: el entusiasmo de ustedes fue la chispa que prendió en la mayoría de ellos el deseo de ayudar.

Sin embargo, les envío a estos hermanos para asegurarme de que ya están listos para mandar el donativo, como he dicho que lo estarían. No quiero que a última hora me hagan quedar mal. Me daría pena —y a ustedes también— que algunos macedonios fueran conmigo y encontraran que todavía ni siquiera han recogido la ofrenda. Así que pedí a estos hermanos que fueran primero y se cercioraran de que el generoso donativo que ustedes prometieron ya esté listo. Así será una muestra de generosidad y no de tacañería.

Sembrar con generosidad

Ahora bien, el agricultor que siembra pocas semillas, obtendrá poca cosecha; pero el que siembra mucho, mucho cosechará. Cada uno tiene que determinar cuánto va a dar. Que no sea con tristeza ni porque lo obliguen, porque Dios ama al que da con alegría.

Poderoso es Dios para darles en abundancia sus bendiciones, de tal manera que, siempre y en todas las circunstancias, no sólo tengan para satisfacer las necesidades propias sino también para dar en abundancia a los demás. Como está escrito:

«El que da generosamente a los pobres hace que su justicia permanezca para siempre».

10 Porque así como Dios le da semillas al agricultor y también le da el pan que lo alimenta, así él mismo les proporcionará abundantes cosechas, para que ustedes puedan ayudar a otros.

11 Sí, Dios les dará a ustedes en abundancia para que puedan dar en abundancia; y cuando entreguemos las dádivas de ustedes a los que las necesitan, prorrumpirán en acción de gracias a Dios. 12 En otras palabras, el donativo que ustedes envíen es un servicio sagrado que surtirá dos efectos: ayudará a los que están en necesidad e impulsará a estos a estar muy agradecidos con Dios. 13 Cuando reciban esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios porque ustedes obedecen el mensaje de Cristo, son generosos y se solidarizan con ellos y con todos. 14 Además, ellos orarán por ustedes con mucho amor, gracias a la bondad de Dios que se manifestó a través de ustedes.

15 ¡Gracias a Dios por el regalo tan maravilloso que nos ha dado, y que no podemos expresar con palabras!

En cuanto a la colecta para los hermanos en la fe, realmente no es necesario que siga escribiéndoles a ustedes, porque ya conozco su buena voluntad. Siempre digo con orgullo a los de Macedonia, que desde el año pasado ustedes los de Acaya han estado dispuestos a ayudar, y la mayoría de los de Macedonia se han animado por la buena disposición de ustedes. Sin embargo, les envío a estos hermanos para no quedar mal al sentirme tan orgulloso de ustedes cuando hablo de este asunto. Es decir, para que de veras estén preparados, no sea que algunos de Macedonia vayan conmigo y encuentren que ustedes no lo están. Eso sería una vergüenza para nosotros, que hemos tenido tanta confianza en ustedes; por no hablar de la vergüenza que sería para ustedes mismos. Precisamente por ello me ha parecido necesario pedir a estos hermanos que vayan a visitarlos primero, y que los ayuden a completar la colecta que ustedes habían prometido. Así, la colecta de ustedes estará dispuesta como una muestra de generosidad, y no como una muestra de tacañería.

Exhortación a la generosidad

Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. La Escritura dice:

«Ha dado abundantemente a los pobres,
y su generosidad permanece para siempre.»

10 Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, les dará a ustedes todo lo necesario para su siembra, y la hará crecer, y hará que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha. 11 Así tendrán ustedes toda clase de riquezas y podrán dar generosamente. Y la colecta que ustedes envíen por medio de nosotros, será motivo de que los hermanos den gracias a Dios. 12 Porque al llevar esta ayuda a los hermanos, no solamente les llevamos lo que les haga falta, sino que también los movemos a dar muchas gracias a Dios. 13 Y ellos alabarán a Dios, pues esta ayuda les demostrará que ustedes obedecen al evangelio que profesan, al evangelio de Cristo. También ellos honrarán a Dios por la generosa contribución de ustedes para ellos y para todos. 14 Y además orarán por ustedes con mucho cariño, por la gran bondad que Dios les ha mostrado a ustedes. 15 ¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo!

En realidad, no hace falta que siga escribiéndoles acerca de la ofrenda para ayudar a los cristianos en la región de Judea. Ya sé que ustedes desean ayudarlos. Por eso, con mucho orgullo les dije a los hermanos de la región de Macedonia que ustedes, los de la región de Acaya, estaban dispuestos a ayudarlos desde el año pasado. Cuando los de Macedonia oyeron esto, la mayoría de ellos decidió ayudar.

Sin embargo, les envío a Tito y a los dos hermanos para que los animen a preparar todo lo necesario para la ofrenda; así podrá verse que teníamos razón de estar orgullosos de ustedes. Imagínense la vergüenza que pasaríamos nosotros, para no hablar de la que pasarían ustedes, si algunos hermanos de Macedonia me acompañaran y ustedes no tuvieran preparada la ofrenda. ¡Dónde quedaría nuestra confianza en ustedes! Por eso, he creído necesario mandar a estos hermanos antes de que yo vaya a verlos. Ellos pueden ayudarlos a juntar la ofrenda que ustedes prometieron. Así ustedes mostrarán que dan con gusto y por amor, y no por obligación.

Demos con alegría

Acuérdense de esto: «El que da poco, recibe poco; el que da mucho, recibe mucho.» Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría! Dios puede darles muchas cosas, a fin de que tengan todo lo necesario, y aun les sobre. Así podrán hacer algo en favor de otros. Como dice la Biblia, refiriéndose al que es generoso:

«Siempre que ayuda a los pobres,
lo hace con generosidad;
y en todo sale triunfante.»

10 Dios da la semilla que se siembra y el pan que nos alimenta, así que también les dará a ustedes todo lo necesario, y hará que tengan cada vez más, para que puedan ayudar a otros. 11 Los hará ricos, para que puedan dar mucho. Así, serán más los que den gracias a Dios por el dinero que ustedes van a reunir y que nosotros vamos a llevar. 12 Porque la ayuda de ustedes no sólo servirá para que los hermanos tengan lo que necesitan, sino que también hará que ellos den gracias a Dios. 13 Esa ayuda demostrará que ustedes han confiado en la buena noticia y obedecen su mensaje. Por eso, ellos alabarán y honrarán a Dios. 14 También orarán por ustedes con mucho cariño, porque Dios les ha mostrado su bondad. 15 ¡Gracias a Dios por lo que nos ha dado! ¡Es tan valioso que no hay palabras para describirlo!