Add parallel Print Page Options

18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Read full chapter

El ministerio de la reconciliación

18 Y todo esto procede de Dios(A), quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo(B), y nos dio el ministerio(C) de la reconciliación; 19 a saber, que Dios estaba en Cristo(D) reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres[a] sus transgresiones(E), y nos ha encomendado a[b] nosotros la palabra de la reconciliación.

20 Por tanto, somos embajadores(F) de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; en nombre de Cristo os rogamos(G): ¡Reconciliaos con Dios(H)! 21 Al que no conoció pecado(I), le hizo pecado por nosotros(J), para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él(K).

Read full chapter

Footnotes

  1. 2 Corintios 5:19 Lit., a ellos
  2. 2 Corintios 5:19 Lit., habiendo puesto en

17-19 Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos. 20 Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios.

21 Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.

Read full chapter