El Dios de toda consolación

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo(A), Padre de misericordias y Dios de toda consolación(B), el cual nos consuela en toda tribulación(C) nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios. Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia[a], así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo(D). Pero si somos atribulados, es para vuestro consuelo y salvación(E); o si somos consolados, es para vuestro consuelo, que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros está firmemente establecida, sabiendo que como sois copartícipes de los sufrimientos, así también lo sois de la consolación(F). Porque no queremos que ignoréis, hermanos(G), acerca de nuestra aflicción sufrida[b] en Asia[c](H), porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida(I). De hecho[d], dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, 10 el cual nos libró(J) de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza(K) de que Él aún nos ha de librar, 11 cooperando también vosotros con nosotros con la oración(L), para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos(M).

Read full chapter

Footnotes

  1. 2 Corintios 1:5 Lit., abundan para con nosotros
  2. 2 Corintios 1:8 Lit., que nos vino
  3. 2 Corintios 1:8 I.e., la provincia de la costa occidental de Asia Menor
  4. 2 Corintios 1:9 Lit., Pero

Bible Gateway Recommends