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20 Vino, pues, la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia. Después Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

Caída de Jerusalén(A)

25 Aconteció en el noveno año de su reinado, el día diez del mes décimo, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jerusalén, la sitió y levantó torres alrededor de ella. La ciudad estuvo sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías. A los nueve días del cuarto mes arreció el hambre en la ciudad y, cuando el pueblo de la tierra no tenía ya nada que comer, abrieron una brecha en el muro de la ciudad. Aunque los caldeos la tenían rodeada, todos los hombres de guerra huyeron durante la noche por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey. El rey se fue por el camino del Arabá, pero el ejército de los caldeos lo siguió y lo apresó en las llanuras de Jericó, tras haber dispersado todo su ejército. Preso, pues, el rey, lo llevaron a Ribla ante el rey de Babilonia, y dictaron sentencia contra él. Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya y a él le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas y lo llevaron a Babilonia.

Cautividad de Judá(B)

En el mes quinto, a los siete días del mes, en el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia. Incendió la casa de Jehová, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; también prendió fuego a todas las casas de los príncipes. 10 Todo el ejército de los caldeos que acompañaba al capitán de la guardia derribó los muros que rodeaban a Jerusalén. 11 Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó cautivos a los del pueblo que habían quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia y a los que habían quedado de la gente común. 12 Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó algunos de los pobres de la tierra para que labraran las viñas y la tierra.

13 Los caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, las basas y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y se llevaron el bronce a Babilonia. 14 También los caldeos se llevaron los calderos, las paletas, las despabiladeras, los cucharones y todos los utensilios de bronce con que ministraban: 15 incensarios, cuencos, los objetos de oro y de plata; todo se lo llevó el capitán de la guardia. 16 No era posible calcular el peso de las dos columnas, el mar y las basas que Salomón había hecho para la casa de Jehová. 17 La altura de una columna era de dieciocho codos y tenía encima un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres codos, y sobre el capitel había una red y granadas en derredor, todo de bronce. Igual labor había en la otra columna con su red.

18 El capitán de la guardia tomó entonces presos al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías y a tres guardas de la vajilla. 19 Apresó a un oficial de la ciudad que tenía a su cargo los hombres de guerra, a cinco hombres de los consejeros del rey que estaban en la ciudad, al principal escriba del ejército, que llevaba el registro de la gente del país, y a sesenta hombres del pueblo de la tierra que se encontraban en la ciudad. 20 Nabuzaradán, capitán de la guardia, los tomó y los llevó a Ribla ante el rey de Babilonia. 21 Y el rey de Babilonia hizo que los mataran en Ribla, en tierra de Hamat.

Así fue llevado cautivo Judá lejos de su tierra.

Cautividad de Judá(A)

17 Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni virgen, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos. 18 Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia. 19 Quemaron la casa de Dios y derribaron el muro de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos de valor.

20 A los que escaparon de la espada los llevó cautivos a Babilonia, donde fueron siervos de él y de sus hijos hasta que vino el reino de los persas; 21 para que se cumpliera la palabra de Jehová, dada por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.

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Y a causa de la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, llegó a echarlos de su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

Caída de Jerusalén(A)

Aconteció, pues, a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén, y acamparon contra ella. Por todas partes levantaron terraplenes para atacarla. Y permaneció sitiada la ciudad hasta el undécimo año del rey Sedequías. En el mes cuarto, a los nueve días del mes, cuando el hambre en la ciudad era ya tan grave que no había pan para el pueblo, se abrió una brecha en el muro de la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron. Salieron de noche de la ciudad por el camino de la puerta entre los dos muros que había cerca del jardín del rey, y se fueron por el camino del Arabá mientras los caldeos mantenían su cerco a la ciudad. Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey hasta la llanura de Jericó. Allí dieron alcance a Sedequías, a quien todo su ejército había abandonado. Entonces apresaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, a Ribla, en tierra de Hamat, donde pronunció sentencia contra él. 10 Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías ante sus ojos; y también degolló en Ribla a todos los jefes de Judá. 11 A Sedequías, el rey de Babilonia le sacó los ojos, lo ató con grillos y lo hizo llevar a Babilonia, donde lo encarceló hasta el día de su muerte.

Cautividad de Judá(B)

12 En el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que solía permanecer cerca del rey de Babilonia. 13 Él quemó la casa de Jehová, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén. Destruyó a fuego todo edificio grande. 14 Todo el ejército de los caldeos que venía con el capitán de la guardia destruyó los muros en todo el contorno de Jerusalén. 15 E hizo deportar Nabuzaradán, capitán de la guardia, a los pobres del pueblo, a toda la otra gente del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y a todo el resto de la multitud del pueblo. 16 Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó de los pobres del país para que fueran viñadores y labradores.

17 Los caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, las basas y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron todo el bronce a Babilonia. 18 Se llevaron también los calderos, las palas, las despabiladeras, los tazones, las cucharas y todos los utensilios de bronce usados en el culto, 19 los incensarios, tazones, copas, ollas, candelabros, escudillas y tazas; tanto lo de oro como lo de plata, se lo llevó el capitán de la guardia. 20 En cuanto a las dos columnas, el mar y los doce bueyes de bronce que estaban debajo de las basas que había hecho el rey Salomón en la casa de Jehová, el peso de todo este bronce resultó incalculable. 21 Respecto a las columnas, la altura de cada una de ellas era de dieciocho codos, y un cordón de doce codos la rodeaba. Su espesor era de cuatro dedos, y eran huecas. 22 El capitel de bronce que había sobre la columna era de cinco codos de altura; y tenía el capitel a su alrededor una red y granadas, todo de bronce. Y lo mismo era lo que tenía la segunda columna con sus granadas. 23 Había noventa y seis granadas en cada hilera; en total eran cien alrededor de la red.

24 Tomó también el capitán de la guardia a Seraías, el principal sacerdote, a Sofonías, el segundo sacerdote, y a tres guardas del atrio. 25 Y de la ciudad tomó a un oficial que era capitán de los hombres de guerra, a siete hombres de los consejeros íntimos del rey, que estaban en la ciudad, y al principal secretario de la milicia, que pasaba revista al pueblo del país, para la guerra, y a sesenta hombres del pueblo que se hallaron dentro de la ciudad. 26 Los tomó, pues, Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó al rey de Babilonia, en Ribla. 27 El rey de Babilonia los hirió y los mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así fue deportada Judá de su tierra.

28 Éste fue el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo: En el año séptimo, a tres mil veintitrés hombres de Judá. 29 En el año dieciocho de Nabucodonosor, llevó él cautivas de Jerusalén a ochocientas treinta y dos personas. 30 El año veintitrés de Nabucodonosor, Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó cautivos a setecientos cuarenta y cinco hombres de Judá. El total, pues, de las personas fue de cuatro mil seiscientas.

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