Josías, rey de Judá(A)

22 Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén treinta y un años. Su madre era Jedidá hija de Adaías, oriunda de Boscat. Josías hizo lo que agrada al Señor, pues en todo siguió el buen ejemplo de su antepasado David; no se desvió de él en el más mínimo detalle.

En el año dieciocho de su reinado, el rey Josías mandó a su cronista Safán, hijo de Asalías y nieto de Mesulán, que fuera al Templo del Señor. Le dijo: «Preséntate ante el sumo sacerdote Jilquías y encárgale que recoja el dinero que el pueblo ha llevado al Templo del Señor y ha entregado a los que vigilaban la entrada. Ordena que ahora se les entregue el dinero a los que supervisan la restauración del Templo del Señor, para pagarles a los trabajadores que lo están reparando. Que paguen a los carpinteros, a los maestros de obra y a los albañiles, y que compren madera y piedras de cantería para restaurar el Templo. Pero no pidan cuentas a los que están encargados de pagar, pues ellos proceden con toda honradez».

El sumo sacerdote Jilquías dijo al cronista Safán: «He encontrado el libro de la Ley en el Templo del Señor». Entonces se lo entregó a Safán y este, después de leerlo, fue e informó al rey:

—Sus servidores han recogido el dinero[a] que estaba en el Templo del Señor y se lo han entregado a los trabajadores y a los supervisores.

10 El cronista Safán también informó al rey que el sumo sacerdote Jilquías le había entregado un libro, el cual leyó en su presencia.

11 Cuando el rey oyó las palabras del libro de la Ley, se rasgó las vestiduras 12 y dio esta orden a Jilquías el sacerdote, a Ajicán, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Micaías, a Safán el cronista, y a Asaías, su ministro personal:

13 —Con respecto a lo que dice este libro que se ha encontrado, vayan a consultar al Señor por mí, por el pueblo y por todo Judá. Sin duda que la gran ira del Señor arde contra nosotros, porque nuestros antepasados no obedecieron lo que dice este libro ni actuaron según lo que está ordenado para nosotros.

14 Así que Jilquías el sacerdote, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás.

15 Huldá les contestó: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Díganle al que los ha enviado 16 que yo, el Señor, les advierto: ‘Voy a enviar una desgracia sobre este lugar y sus habitantes, según todo lo que dice el libro que ha leído el rey de Judá. 17 Ellos me han abandonado; han quemado incienso a otros dioses y con todos sus ídolos[b] han provocado mi ira. Por eso arde mi ira contra este lugar y no se apagará’. 18 Pero al rey de Judá, que los envió a consultarme, díganle que en cuanto a las palabras que él ha oído, yo, el Señor, Dios de Israel, afirmo: 19 ‘Como te has conmovido y humillado ante el Señor al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, que serían asolados y malditos; y como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo. 20 Por lo tanto, te reuniré con tus antepasados y serás sepultado en paz. Tus ojos no verán la desgracia que voy a enviar sobre este lugar’ ”».

Así que ellos regresaron para informar al rey.

Renovación del pacto(B)(C)(D)

23 Entonces el rey mandó convocar a todos los jefes de Judá y Jerusalén. Acompañado de toda la gente de Judá y de Jerusalén, de los sacerdotes, de los profetas, en fin, de la nación entera, desde el más pequeño hasta el más grande, el rey subió al Templo del Señor. Entonces, en presencia de ellos leyó todo lo que está escrito en el libro del pacto que fue hallado en el Templo del Señor. Después se puso de pie junto a la columna del rey y en presencia del Señor renovó el pacto. Se comprometió a seguir al Señor y a cumplir, de todo corazón y con toda el alma, sus mandamientos, estatutos y mandatos, reafirmando así las palabras del pacto escritas en este libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.

Luego el rey ordenó al sumo sacerdote Jilquías, a los sacerdotes de segundo rango y a los porteros que sacaran del Templo del Señor todos los objetos consagrados a Baal, a Aserá y a todos los astros del cielo. Hizo que los quemaran en los campos de Cedrón, a las afueras de Jerusalén, y que llevaran las cenizas a Betel. También destituyó a los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían nombrado para quemar[c] incienso en los altares paganos, tanto en las ciudades de Judá como en los alrededores de Jerusalén, los cuales quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, al zodíaco y a todos los astros del cielo. El rey sacó del Templo del Señor la imagen para el culto a Aserá y la llevó al arroyo de Cedrón, en las afueras de Jerusalén; allí la quemó hasta convertirla en cenizas, las cuales echó en la fosa común. Además, derrumbó en el Templo del Señor los cuartos dedicados a la prostitución sagrada, donde las mujeres tejían mantos[d] para la diosa Aserá.

Josías trasladó a Jerusalén a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y desde Gueba hasta Berseba profanó los altares paganos donde ellos habían quemado incienso. También derribó los altares paganos junto a la puerta de Josué, gobernador de la ciudad, que está ubicada a la izquierda de la entrada a la ciudad. Aunque los sacerdotes que habían servido en los altares paganos no podían ministrar en el altar del Señor en Jerusalén, participaban de las comidas sagradas junto con los otros sacerdotes.[e]

10 El rey profanó el santuario llamado Tofet, que estaba en el valle de Ben Hinón, para que nadie sacrificara en el fuego a su hijo o hija en honor de Moloc. 11 Se llevó los caballos que los reyes de Judá habían consagrado al sol y que se habían puesto en la entrada al Templo del Señor, junto a la habitación de Natán Mélec, el eunuco encargado del recinto. Josías también quemó los carros consagrados al sol.

12 Además, el rey derribó los altares que los reyes de Judá habían erigido en la azotea de la sala de Acaz; también los que Manasés había erigido en los dos atrios del Templo del Señor. Los hizo pedazos y echó los escombros en el arroyo de Cedrón. 13 Profanó los altares paganos que había al este de Jerusalén, en el lado sur de la Colina de la Destrucción,[f] los cuales Salomón, rey de Israel, había construido para Astarté, la despreciable diosa de los sidonios, para Quemós, el detestable dios de los moabitas, y para Moloc,[g] el abominable dios de los amonitas. 14 Josías hizo pedazos las piedras sagradas y las imágenes de la diosa Aserá, y llenó con huesos humanos los lugares donde se habían erigido.

15 Derribó también el altar de Betel y el altar pagano construidos por Jeroboán, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. Además, quemó el altar pagano hasta convertirlo en cenizas y prendió fuego a la imagen de Aserá. 16 De regreso, al ver los sepulcros que había en la colina, Josías mandó que recogieran los huesos y los quemaran en el altar para profanarlo, cumpliendo así la palabra del Señor que el hombre de Dios había comunicado cuando anunció estas cosas.

17 Luego el rey preguntó:

—¿De quién es ese monumento que veo allá?

Y los habitantes de la ciudad contestaron:

—Es el sepulcro del hombre de Dios que vino desde Judá y que pronunció contra el altar de Betel lo que usted acaba de hacer.

18 —Déjenlo, pues —respondió el rey—; que nadie mueva sus huesos.

Fue así como se conservaron sus huesos junto con los del profeta que había venido de Samaria.

19 Tal como lo hizo en Betel, Josías eliminó todos los altares paganos que los reyes de Israel habían construido en las ciudades de Samaria, con los que provocaron la ira del Señor. 20 Finalmente, mató sobre los altares paganos a todos los sacerdotes y encima de los altares quemó huesos humanos. Entonces regresó a Jerusalén.

21 Después el rey dio esta orden al pueblo:

—Celebren la Pascua del Señor su Dios, según está escrito en este libro del pacto.

22 Desde la época de los líderes[h] que gobernaron a Israel hasta la de los reyes de Israel y de Judá, no se había celebrado una Pascua semejante. 23 Pero, en el año dieciocho del reinado del rey Josías, la Pascua se celebró en honor del Señor.

24 Además, Josías expulsó a los médiums y a los espiritistas, y eliminó toda clase de ídolos y el resto de las cosas detestables que se veían en el país de Judá y en Jerusalén. Lo hizo así para cumplir las instrucciones de la Ley, escritas en el libro que el sacerdote Jilquías encontró en el Templo del Señor. 25 Ni antes ni después de Josías hubo otro rey que, como él, se volviera al Señor de todo corazón, con toda el alma y con todas sus fuerzas, siguiendo en todo la Ley de Moisés.

26 A pesar de eso, el Señor no apagó el gran fuego de su ira, que ardía contra Judá por todas las afrentas con que Manasés lo había provocado. 27 Por lo tanto, el Señor declaró: «Voy a apartar de mi presencia a Judá, como lo hice con Israel; repudiaré a Jerusalén, la ciudad que escogí, y a este Templo, del cual dije: “Ese será el lugar donde yo pondré mi Nombre”».

28 Los demás acontecimientos del reinado de Josías y todo lo que hizo están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá.

29 En aquel tiempo, el faraón Necao, rey de Egipto, fue a encontrarse con el rey de Asiria camino del río Éufrates. El rey Josías le salió al paso, pero Necao le hizo frente en Meguido y lo mató. 30 Los oficiales de Josías llevaron su cadáver en un carro desde Meguido hasta Jerusalén y lo sepultaron en su tumba. Entonces el pueblo tomó a Joacaz, hijo de Josías, lo ungió y lo proclamó rey en lugar de su padre.

Joacaz, rey de Judá(E)

31 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. Su madre era Jamutal hija de Jeremías, oriunda de Libná. 32 Joacaz hizo lo malo ante los ojos del Señor, tal como lo habían hecho sus antepasados. 33 Para impedir que Joacaz reinara en Jerusalén, el faraón Necao lo encarceló en Riblá, en el territorio de Jamat, y además impuso sobre Judá un tributo de cien talentos[i] de plata y un talento[j] de oro. 34 Luego hizo rey a Eliaquín, hijo de Josías, en lugar de su padre y cambió su nombre a Joacim. En cuanto a Joacaz, lo llevó a Egipto, donde murió. 35 Joacim pagó al faraón Necao la plata y el oro que exigió, pero tuvo que establecer un impuesto sobre el país: reclamó de cada persona, según su peso oficial, la plata y el oro que se le debía entregar al faraón Necao.

Joacim, rey de Judá(F)

36 Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén once años. Su madre era Zebudá hija de Pedaías, oriunda de Rumá. 37 También este rey hizo lo malo ante los ojos del Señor, tal como lo hicieron sus antepasados.

24 Durante el reinado de Joacim, lo atacó Nabucodonosor, rey de Babilonia, y lo sometió durante tres años, al cabo de los cuales Joacim decidió rebelarse. Entonces el Señor envió contra Joacim bandas armadas de babilonios,[k] arameos, moabitas y amonitas. Las envió contra Judá para destruir el país, según la palabra que el Señor había dado a conocer por medio de sus siervos los profetas. De hecho, esto sucedió a Judá por orden del Señor, para apartar al pueblo de su presencia por los pecados de Manasés y por todo lo que hizo, incluso por haber derramado sangre inocente, con la cual inundó a Jerusalén. Por lo tanto, el Señor no quiso perdonar.

Los demás acontecimientos del reinado de Joacim y todo lo que hizo están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá. Joacim murió y su hijo Joaquín lo sucedió en el trono.

El rey de Egipto no volvió a hacer campañas militares fuera de su país, pues el rey de Babilonia se había adueñado de todas sus posesiones, desde el río de Egipto hasta el río Éufrates.

Joaquín, rey de Judá(G)

Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén tres meses. Su madre era Nejustá hija de Elnatán, oriunda de Jerusalén. Joaquín hizo lo malo ante los ojos del Señor, tal como lo había hecho su padre.

10 En aquel tiempo, las tropas de Nabucodonosor, rey de Babilonia, marcharon contra Jerusalén y la sitiaron. 11 Cuando ya la tenían cercada, Nabucodonosor llegó a la ciudad. 12 Joaquín, rey de Judá, se rindió, junto con su madre, sus servidores, oficiales y nobles.

Así, en el año octavo de su reinado, el rey de Babilonia capturó a Joaquín. 13 Tal como el Señor lo había anunciado, Nabucodonosor se llevó los tesoros del Templo del Señor y del palacio real, partiendo en pedazos todos los utensilios de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el Templo del Señor. 14 Además, deportó a todo Jerusalén: a todos los oficiales y a todos los mejores soldados, a todos los artesanos y herreros; un total de diez mil personas. No quedó en el país más que la gente pobre.

15 Nabucodonosor deportó a Joaquín a Babilonia; también se llevó de Jerusalén a la reina madre, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a la flor y nata del país. 16 Deportó además a todos los guerreros, que eran siete mil, y a mil artesanos y herreros, todos aptos para la guerra. El rey de Babilonia se los llevó cautivos a Babilonia. 17 Luego puso como rey a Matanías, tío de Joaquín, y cambió su nombre a Sedequías.

Sedequías, rey de Judá(H)

18 Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Jamutal, hija de Jeremías, oriunda de Libná. 19 Al igual que Joacim, Sedequías hizo lo malo ante los ojos del Señor, 20 a tal grado que el Señor, en su ira, los echó de su presencia. Todo esto sucedió en Jerusalén y en Judá.

La caída de Jerusalén(I)(J)(K)

Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

25 En el año noveno del reinado de Sedequías, a los diez días del mes décimo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, marchó con todo su ejército y atacó a Jerusalén. Acampó frente a la ciudad y construyó torres de asalto a su alrededor. La ciudad estuvo sitiada hasta el año undécimo del reinado de Sedequías.

A los nueve días del mes cuarto,[l] cuando el hambre se agravó en la ciudad y no había más alimento para el pueblo, se abrió una brecha en el muro de la ciudad, de modo que, aunque los babilonios[m] la tenían cercada, todo el ejército se escapó de noche por la puerta que estaba entre los dos muros, junto al jardín real. Huyeron camino al Arabá,[n] pero el ejército babilonio persiguió al rey Sedequías hasta alcanzarlo en la llanura de Jericó. Sus soldados se dispersaron, abandonándolo, y los babilonios lo capturaron.

Luego lo llevaron ante el rey de Babilonia, que estaba en Riblá. Allí Sedequías recibió su sentencia. Ante sus propios ojos degollaron a sus hijos y después le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.

A los siete días del mes quinto del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su ministro Nabuzaradán, que era el comandante de la guardia, fue a Jerusalén y prendió fuego al Templo del Señor, al palacio real y a todas las casas de Jerusalén, incluso a todos los edificios importantes. 10 Entonces todo el ejército de los babilonios bajo su mando derribó las murallas que rodeaban la ciudad. 11 Además, Nabuzaradán, comandante de la guardia, deportó a la gente que quedaba en la ciudad, es decir, al resto de la muchedumbre y a los que se habían aliado con el rey de Babilonia. 12 Sin embargo, dejó a algunos de los más pobres para que se encargaran de los viñedos y de los campos.

13 Los babilonios quebraron las columnas de bronce, las bases y la fuente[o] de bronce que estaban en el Templo del Señor, y se llevaron el bronce a Babilonia. 14 También se llevaron las ollas, las tenazas, los cortapabilos, la vajilla y todos los utensilios de bronce que se usaban para el culto. 15 Además, el comandante de la guardia tomó los incensarios y los tazones, todo lo cual era de oro y de plata.

16 El bronce de las dos columnas, de la fuente y de las bases, que Salomón había hecho para el Templo del Señor, era tanto que no se podía pesar. 17 Cada columna medía dieciocho codos[p] de altura. El capitel de bronce que estaba encima de cada columna medía tres codos[q] de altura y estaba decorado alrededor con una red y con granadas de bronce. Las dos columnas tenían el mismo adorno.

18 El comandante de la guardia tomó presos a Seraías, sacerdote principal, a Sofonías, sacerdote de segundo rango, y a los tres porteros. 19 De los que quedaban en la ciudad, apresó al oficial encargado de las tropas, a cinco de los servidores personales del rey, al cronista principal del ejército —encargado de reclutar soldados de entre el pueblo— y a sesenta ciudadanos que todavía estaban en la ciudad. 20 Después de apresarlos, Nabuzaradán, comandante de la guardia, se los llevó al rey de Babilonia, que estaba en Riblá. 21 Allí, en el territorio de Jamat, el rey los hizo ejecutar.

Así Judá fue desterrado y llevado cautivo.

22 Nabucodonosor, rey de Babilonia, nombró a Guedalías, hijo de Ajicán y nieto de Safán, para gobernar a la gente que había dejado en Judá. 23 Cuando los oficiales del ejército de Judá y sus tropas se enteraron de que el rey de Babilonia había nombrado gobernador a Guedalías, fueron a ver a este en Mizpa. Los oficiales eran Ismael, hijo de Netanías; Johanán, hijo de Carea; Seraías, hijo de Tanjumet, oriundo de Netofa; y Jazanías, hijo de un hombre de Macá. 24 Guedalías hizo este juramento a ellos y a sus tropas: «No teman a los oficiales babilonios. Si ustedes se quedan en el país y sirven al rey de Babilonia, les aseguro que les irá bien».

25 Pero a los siete meses, Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisama, de estirpe real, junto con diez hombres que lo acompañaban, fueron y asesinaron a Guedalías; también mataron a los hombres de Judá y a los babilonios que formaban parte de su séquito en Mizpa. 26 Luego de eso todos huyeron a Egipto, grandes y pequeños, junto con los oficiales del ejército, pues temían a los babilonios.

Liberación del rey Joaquín(L)

27 En el día veintisiete del mes duodécimo del año treinta y siete del exilio de Joaquín, rey de Judá, Evil Merodac, rey de Babilonia, en el año primero de su reinado, sacó a Joaquín de la cárcel. 28 Lo trató amablemente y le dio una posición más alta que la de los otros reyes que estaban con él en Babilonia. 29 Joaquín dejó su ropa de prisionero y por el resto de su vida comió a la mesa del rey. 30 Además, durante toda su vida Joaquín gozó de una pensión diaria que le proveía el rey de Babilonia.

Descendientes de Adán

Adán, Set, Enós,

Cainán, Malalel, Jared,

Enoc, Matusalén, Lamec,

Noé.

Descendientes de Noé(M)

Hijos de Noé:[r] Sem, Cam y Jafet.

Los hijos de Jafet:

Gómer, Magog, Maday, Javán, Tubal, Mésec y Tirás.

Hijos de Gómer:

Asquenaz, Rifat y Togarma.

Hijos de Javán:

Elisá, Tarsis, Quitín y Rodanín.

Hijos de Cam:

Cus, Misrayin, Fut y Canaán.

Hijos de Cus:

Seba, Javilá, Sabtá, Ragama y Sabteca.

Hijos de Ragama:

Sabá y Dedán.

10 Cus fue el padre de

Nimrod, conocido como el primer gran guerrero en la tierra.

11 Misrayin fue el antepasado de

los ludeos, los anameos, los leabitas, los naftuitas, 12 los patruseos, los caslujitas —de quienes descienden los filisteos— y los caftoritas.

13 Canaán fue el padre de

Sidón, su primogénito, y de Het, 14 y el antepasado de los jebuseos, los amorreos, los gergeseos, 15 los heveos, los araceos, los sineos, 16 los arvadeos, los zemareos y los jamatitas.

17 Hijos de Sem:

Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.

Hijos de Aram:[s]

Uz, Hul, Guéter y Mésec.

18 Arfaxad fue el padre de Selaj.

Selaj fue el padre de Éber.

19 Éber tuvo dos hijos:

El primero se llamó Péleg porque en su tiempo se dividió la tierra; su hermano se llamó Joctán.

20 Joctán fue el padre de

Almodad, Sélef, Jazar Mávet, Yeraj, 21 Hadorán, Uzal, Diclá, 22 Obal,[t] Abimael, Sabá, 23 Ofir, Javilá y Jobab. Todos estos fueron hijos de Joctán.

Descendientes de Sem

24 Sem, Arfaxad, Selaj,

25 Éber, Péleg, Reú,

26 Serug, Najor, Téraj

27 y Abram, que es también Abraham.

Descendientes de Abraham(N)(O)

28 Hijos de Abraham: Isaac e Ismael.

29 Sus descendientes:

Nebayot, primogénito de Ismael, Cedar, Adbel, Mibsán, 30 Mismá, Dumá, Masá, Hadad, Temá, 31 Jetur, Nafis y Cedema.

Estos fueron los hijos de Ismael.

32 Los hijos de Cetura, la concubina[u] de Abraham:

Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súaj.

Hijos de Jocsán:

Sabá y Dedán.

33 Hijos de Madián:

Efá, Éfer, Janoc, Abidá y Eldá.

Todos estos fueron hijos de Cetura.

34 Abraham también fue el padre de Isaac.

Los hijos de Isaac:

Esaú e Israel.

Descendientes de Esaú(P)

35 Hijos de Esaú:

Elifaz, Reuel, Jeús, Jalán y Coré.

36 Hijos de Elifaz:

Temán, Omar, Zefo, Gatán y Quenaz,

Timná y Amalec.

37 Hijos de Reuel:

Najat, Zera, Sama y Mizá.

Descendientes de Seír

38 Hijos de Seír:[v]

Lotán, Sobal, Zibeón, Aná, Disón, Ezer y Disán.

39 Hijos de Lotán:

Horí y Homán. Lotán tenía una hermana llamada Timná.

40 Hijos de Sobal:

Alván, Manajat, Ebal, Sefó y Onam.

Hijos de Zibeón:

Ayá y Aná.

41 El hijo de Aná:

Disón.

Hijos de Disón:

Amirán, Esbán, Itrán y Querán.

42 Hijos de Ezer:

Bilán, Zaván y Yacán.

Hijos de Disán:

Uz y Arán.

Reyes de Edom(Q)

43 Los reyes que a continuación se mencionan reinaron en la tierra de Edom antes de que los israelitas tuvieran rey:

Bela, hijo de Beor; su ciudad se llamaba Dinaba.

44 Cuando murió Bela, reinó en su lugar Jobab, hijo de Zera, que provenía de Bosra.

45 Cuando murió Jobab, reinó en su lugar Jusán, que provenía de la región de Temán.

46 Cuando murió Jusán, reinó en su lugar Hadad, hijo de Bedad. Este derrotó a Madián en el campo de Moab. El nombre de su ciudad era Avit.

47 Cuando murió Hadad, reinó en su lugar Samla, que provenía de Masreca.

48 Cuando murió Samla, reinó en su lugar Saúl, que provenía de Rejobot, que está junto al río Éufrates.

49 Cuando murió Saúl, reinó en su lugar Baal Janán, hijo de Acbor.

50 Cuando murió Baal Janán, reinó en su lugar Hadad. Su ciudad se llamaba Pau[w] y su esposa fue Mehetabel, hija de Matred y nieta de Mezab.

51 Después de que murió Hadad, gobernaron en Edom los siguientes jefes:

Timná, Alvá, Jetet, 52 Aholibama, Elá, Pinón, 53 Quenaz, Temán, Mibzar, 54 Magdiel e Iram.

Estos fueron los jefes de Edom.

Hijos de Israel(R)

Los hijos de Israel fueron Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, José, Benjamín, Neftalí, Gad y Aser.

Descendientes de Judá(S)

Hijos de Judá:

Er, Onán y Selá. La madre de estos tres era una cananea, hija de Súa.

Er, primogénito de Judá, hizo lo malo ante los ojos del Señor, y el Señor le quitó la vida.

Y Tamar, nuera de Judá, dio a este dos hijos: Fares y Zera.

Judá tuvo cinco hijos en total.

Hijos de Fares:

Jezrón y Jamul.

Los hijos de Zera fueron cinco en total: Zimri, Etán, Hemán, Calcol y Dardá.[x]

El hijo de Carmí:

Acar,[y] quien provocó la desgracia sobre Israel por desobedecer la orden de no tomar lo que debía ser destruido.

El hijo de Etán:

Azarías.

Hijos de Jezrón:

Jeramel, Ram y Quelubay.[z]

10 Ram fue el padre de Aminadab

y este lo fue de Naasón, jefe de los descendientes de Judá.

11 Naasón fue el padre de Salmón [aa]

y este lo fue de Booz.

12 Booz fue el padre de Obed

y Obed fue el padre de Isaí.

13 El primer hijo de Isaí:

Eliab; el segundo, Abinadab;

el tercero, Simá; 14 el cuarto, Natanael;

el quinto, Raday; 15 el sexto, Ozén;

y el séptimo, David.

16 Las hermanas de ellos fueron Sarvia y Abigaíl.

Los hijos de Sarvia fueron tres: Abisay, Joab y Asael.

17 Abigaíl fue la madre de Amasá, hijo de Jéter, el ismaelita.

18 Caleb, hijo de Jezrón, tuvo hijos con su esposa Azuba y con Jeriot. Estos fueron sus hijos:

Jéser, Sobab y Ardón.

19 Cuando Azuba murió, Caleb tomó por esposa a Efrata, con la que tuvo a su hijo Hur.

20 Hur fue el padre de Uri y este lo fue de Bezalel.

21 Cuando Jezrón tenía sesenta años, tomó por esposa a una hija de Maquir, padre de Galaad, y tuvo con ella a su hijo Segub.

22 Segub fue el padre de Yaír, quien fue dueño de veintitrés ciudades en la tierra de Galaad.

23 Pero Guesur y Aram le quitaron los poblados de Yaír y Quenat, y sus aldeas. En total, le quitaron sesenta pueblos.

Todos estos fueron los descendientes de Maquir, padre de Galaad.

24 Después de que Jezrón murió en Caleb Efrata, Abías, la esposa de Jezrón, dio a luz a Asur, padre[ab] de Tecoa.

25 Los hijos de Jeramel, primogénito de Jezrón:

Ram, el mayor, Buná, Orén, Ozén y Ahías. 26 Jeramel tuvo otra esposa, la cual se llamaba Atará. Esta fue la madre de Onam.

27 Los hijos de Ram, primogénito de Jeramel:

Maaz, Jamín y Équer.

28 Hijos de Onam:

Samay y Yada.

Hijos de Samay:

Nadab y Abisur. 29 La esposa de Abisur se llamaba Abijaíl, con la que tuvo a Ajbán y Molid.

30 Hijos de Nadab:

Séled y Apayin. Séled murió sin tener hijos.

31 El hijo de Apayin:

Isí, el hijo de Isí fue Sesán y el hijo de Sesán fue Ajlay.

32 Los hijos de Yada, hermano de Samay:

Jéter y Jonatán. Jéter murió sin tener hijos.

33 Hijos de Jonatán:

Pélet y Zazá.

Estos fueron los descendientes de Jeramel.

34 Sesán no tuvo hijos, sino hijas.

Tenía un esclavo egipcio llamado Yarjá. 35 A este le dio por esposa una de sus hijas, la cual fue la madre de Atay.

36 Atay fue el padre de Natán,

Natán fue el padre de Zabad,

37 Zabad fue el padre de Eflal,

Eflal fue el padre de Obed,

38 Obed fue el padre de Jehú,

Jehú fue el padre de Azarías,

39 Azarías fue el padre de Heles,

Heles fue el padre de Elasá,

40 Elasá fue el padre de Sismay,

Sismay fue el padre de Salún,

41 Salún fue el padre de Jecamías,

y Jecamías fue el padre de Elisama.

Descendientes de Caleb

42 Los hijos de Caleb, hermano de Jeramel:

Mesá, el primogénito, que fue el padre de Zif;

y Maresá, que fue el padre de Hebrón.

43 Hijos de Hebrón:

Coré, Tapúaj, Requen y Semá.

44 Semá fue el padre de Raham,

y Raham fue el padre de Jorcoán.

Requen fue el padre de Samay.

45 Samay fue el padre de Maón.

Maón fue el padre de Betsur.

46 Efá, concubina[ac] de Caleb, fue la madre de

Jarán, Mosá y Gazez.

Jarán fue el padre de Gazez.

47 Hijos de Yaday:

Reguen, Jotán, Guesán, Pélet, Efá y Sagaf.

48 Macá, concubina de Caleb, fue la madre de

Séber, Tirjaná,

49 y Sagaf, que fue el padre de Madmana

y de Seva, quien fue el padre de Macbena y de Guibeá.

Además, Caleb tuvo una hija llamada Acsa.

50 Estos fueron los descendientes de Caleb.

Los hijos de Hur, primogénito de Efrata:

Sobal, padre de Quiriat Yearín; 51 Salmá, padre de Belén, y Jaref, padre de Bet Gader.

52 Los hijos de Sobal, padre de Quiriat Yearín:

Haroé, la mitad de los manajatitas, 53 las familias de Quiriat Yearín, los itritas, los futitas, los sumatitas y los misraítas, de quienes proceden los zoratitas y los estaolitas.

54 Hijos de Salmá:

Belén, los netofatitas, Atarot Bet Joab, la mitad de los manajatitas, los zoreítas, 55 y las familias de los escribas que vivían en Jabés, es decir, los tirateos, los simateos y los sucateos. Estos fueron los quenitas, descendientes de Jamat, padre de la familia de Recab.

Hijos de David(T)(U)

Estos fueron los hijos de David nacidos en Hebrón:

Su primogénito fue Amnón, hijo de Ajinoán, la jezrelita;

el segundo, Daniel, hijo de Abigaíl de Carmel;

el tercero, Absalón, hijo de Macá, la hija del rey Talmay de Guesur;

el cuarto, Adonías, hijo de Jaguit;

el quinto, Sefatías, hijo de Abital;

y el sexto, Itreán, hijo de Eglá, que era otra esposa de David.

Estos seis nacieron en Hebrón, donde reinó siete años y seis meses.

David reinó en Jerusalén treinta y tres años. Allí nacieron:

Simá, Sobab, Natán y Salomón, hijos de Betsabé,[ad] la hija de Amiel.

Tuvo también a Ibjar, Elisama, Elifelet, Noga, Néfeg, Jafía, Elisama, Eliadá y Elifelet; nueve en total.

Todos estos fueron hijos de David, sin contar los hijos que tuvo con sus concubinas.[ae] La hermana de ellos fue Tamar.

Descendientes de Salomón

10 Estos fueron los descendientes de Salomón en línea directa:

Roboán,

Abías,

Asá,

Josafat,

11 Jorán,

Ocozías,

Joás,

12 Amasías,

Azarías,[af]

Jotán,

13 Acaz,

Ezequías,

Manasés,

14 Amón

y Josías.

15 Los hijos de Josías:

Johanán, el primero;

Joacim, el segundo;

Sedequías, el tercero,

y Salún, el cuarto.

16 Los hijos de Joacim:

Jeconías

y Sedequías.

17 Los descendientes de Jeconías, el cautivo:

Salatiel, 18 Malquirán, Pedaías, Senazar, Jecamías, Hosamá y Nedabías.

19 Los hijos de Pedaías:

Zorobabel y Simí.

Los hijos de Zorobabel:

Mesulán y Jananías; Selomit fue hermana de ellos. 20 Tuvo también estos cinco: Jasubá, Ohel, Berequías, Jasadías y Yusab Jésed.

21 Los descendientes de Jananías:

Pelatías e Isaías, y también los hijos de Refaías, los de Arnán, los de Abdías y los de Secanías.

22 Los descendientes de Secanías:

Semaías y sus hijos Jatús, Igal, Barías, Nearías y Safat; seis en total.

23 Los hijos de Nearías:

Elihoenay, Ezequías y Azricán; tres en total.

24 Los hijos de Elihoenay:

Hodavías, Eliasib, Pelaías, Acub, Johanán, Delaías y Ananí; siete en total.

Descendientes de Judá

Los descendientes de Judá en línea directa fueron

Fares, Jezrón, Carmí, Hur y Sobal.

Reaías, hijo de Sobal, fue el padre de Yajat y Yajat fue el padre de Ajumay y de Lahad. Estas fueron las familias de los zoratitas.

Los hijos[ag] de Etam fueron

Jezrel, Ismá e Idbás. La hermana de ellos fue Jazelelponi. También fueron sus hijos Penuel, padre de Guedor, y Ezer, padre de Jusá.

Estos fueron los descendientes de Hur, primogénito de Efrata, padre[ah] de Belén.

Asur, padre de Tecoa, tuvo dos esposas, Helá y Nara.

Nara fue la madre de Ajusán, Héfer, Temeni y Ajastarí. Estos fueron los hijos de Nara.

Los hijos de Helá fueron

Zéret, Zojar y Etnán, y Cos fue el padre de Anub, de Zobebá y de las familias de Ajarjel, hijo de Harún.

Jabés fue más respetado que sus hermanos. Cuando su madre le puso ese nombre, dijo: «Con aflicción lo he dado a luz».[ai] 10 Jabés rogó al Dios de Israel: «Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción». Y Dios le concedió su petición.

Footnotes

  1. 22:9 recogido el dinero. Lit. fundido la plata.
  2. 22:17 todos sus ídolos. Lit. toda la obra de sus manos.
  3. 23:5 para quemar (mss. de LXX, Siríaca y Vulgata); y quemó (TM).
  4. 23:7 mantos. Palabra de difícil traducción.
  5. 23:9 participaban … sacerdotes. Lit. comían panes sin levadura con sus hermanos.
  6. 23:13 la Colina de la Destrucción. Es decir, el monte de los Olivos.
  7. 23:13 Moloc. Lit. Milcón.
  8. 23:22 Véase Jue 2:16.
  9. 23:33 Es decir, aprox. 3.4 t.
  10. 23:33 Es decir, aprox. 34 kg.
  11. 24:2 Lit. caldeos.
  12. 25:3 cuarto. El texto hebreo no incluye esta palabra, pero véase Jer 52:6.
  13. 25:4 Lit. caldeos.
  14. 25:4 Arabá. Alt. valle del Jordán.
  15. 25:13 la fuente. Lit. el mar; también en v. 16.
  16. 25:17 Es decir, aprox. 8 m.
  17. 25:17 Es decir, aprox. 1.4 m.
  18. 1:4 Hijos de Noé (LXX); TM no incluye esta frase.
  19. 1:17 Hijos de Aram (un ms. hebreo y mss. de LXX; véase Gn 10:23); TM no incluye esta frase.
  20. 1:22 Obal (mss. hebreos y Siríaca; véase Gn 10:28); Ebal (TM).
  21. 1:32 Véase nota en Gn 22:24.
  22. 1:38 Seír. Es decir, Esaú.
  23. 1:50 Pau (mss. hebreos, mss. de LXX, Siríaca, Targum, Vulgata; véase Gn 36:39); Pay (TM).
  24. 2:6 Dardá (mss. hebreos, mss. de LXX, Siríaca y Targum; véase 1R 4:31); Dara (TM).
  25. 2:7 En hebreo, Acar significa desgracia. En el libro de Josué este nombre aparece como Acán.
  26. 2:9 Quelubay. Variante de Caleb.
  27. 2:11 Salmón (LXX; véase Rt 4:20); Salmá (TM).
  28. 2:24 padre. Alt. fundador.
  29. 2:46 Véase nota en Gn 22:24.
  30. 3:5 Betsabé (un ms. hebreo, LXX y Vulgata; véase 2S 11:3); Bet Súa (TM).
  31. 3:9 Véase nota en Gn 22:24.
  32. 3:12 También conocido como Uzías.
  33. 4:3 Los hijos (mss. de LXX); El padre (TM).
  34. 4:4 padre. Alt. fundador también en vv. 5, 12, 14, 17, 18 y 21.
  35. 4:9 En hebreo, Jabés suena como la palabra que significa dolor o aflicción.

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