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Ezequías recibe a los enviados de Babilonia(A)

27 Y tuvo Ezequías riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, perfumes, escudos, y toda clase de joyas deseables. 28 Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino y del aceite, establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados. 29 Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas riquezas. 30 Este Ezequías cubrió los manantiales de Guijón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo. 31 Pero en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.

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Ezequías recibe a los embajadores de Babilonia(A)

39 Por esos días Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, se enteró de que Ezequías había estado enfermo, pero que ya había convalecido, así que le envió cartas y presentes. Eso fue motivo de mucha alegría para Ezequías, así que les mostró a los enviados la casa de su tesoro, el oro y la plata, las especias y los ungüentos preciosos, y todo su arsenal y lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa y en todos sus dominios que Ezequías no les mostrara. Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías, y le dijo:

«¿Qué quiere de ti esa gente? ¿De dónde ha venido?»

Ezequías le respondió:

«Han venido a verme desde un país muy lejano. Han venido de Babilonia.»

Isaías dijo entonces:

«¿Y qué han visto en tu casa?»

Y Ezequías contestó:

«Han visto todo lo que hay en mi casa. No hay nada en mis tesoros que yo no les haya mostrado.»

Isaías le dijo entonces a Ezequías:

«Oye la palabra del Señor de los ejércitos: “Vienen días en que todo lo que hay en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; No quedará una sola cosa.” El Señor lo ha dicho. A los hijos que tengas y que engendres se los llevarán a Babilonia, y allí los convertirán en eunucos del palacio del rey.»(B)

Ezequías le respondió a Isaías:

«Es buena la palabra del Señor que me has comunicado. ¡Que al menos haya paz y seguridad mientras yo viva!»