2 Crónicas 21
La Palabra (Hispanoamérica)
De Jorán a Ajaz (21—28)
Reinado de Jorán (1 Re 22,51; 2 Re 8,17-22)
21 Cuando murió Josafat, lo enterraron con sus antepasados en la ciudad de David y su hijo Jorán lo sucedió como rey.
2 Los hermanos de Jorán fueron: Azarías, Jiel, Zacarías, Uzías, Miguel y Sefatías. Todos ellos eran hijos de Josafat, rey de Judá. 3 Su padre les hizo cuantiosos regalos en plata, oro y objetos preciosos, junto con ciudades fortificadas de Judá; pero entregó el reino a Jorán, por ser el primogénito. 4 Cuando Jorán subió al trono de su padre y se afianzó en él, mató a espada a todos sus hermanos y también a algunos jefes de Israel. 5 Jorán tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante ocho años. 6 Siguió los pasos de los reyes de Israel, como había hecho la dinastía de Ajab, pues se había casado con una hija de Ajab, y ofendió al Señor. 7 Pero el Señor no quiso destruir a la dinastía de David en consideración a la alianza que había sellado con David y a la lámpara que había prometido mantener por siempre a él y a sus hijos.
8 Durante su reinado, Edom se independizó del dominio de Judá y se eligió un rey. 9 Jorán con sus jefes y todos sus carros atacó de noche a Edom, que los tenía cercados a él y a los jefes de los carros. 10 Pero Edom se independizó del dominio de Judá hasta el presente. Por entonces también Libná se independizó de su dominio, ya que Jorán había abandonado al Señor Dios de sus antepasados.
11 Además, había levantado santuarios locales en los montes de Judá, provocando la prostitución de los habitantes de Jerusalén y el extravío de Judá. 12 Le llegó un escrito del profeta Elías, que decía:
— Así dice el Señor, Dios de tu antepasado David: Puesto que no has seguido los pasos de tu padre Josafat, ni los de Asá, el rey de Judá, 13 sino que has seguido los pasos de los reyes de Israel, provocando la prostitución de Judá y de los habitantes de Jerusalén e imitando a la dinastía de Ajab, y has asesinado además a tus hermanos paternos, que eran mejores que tú, 14 el Señor va a azotar a tu pueblo, a tus hijos, a tus mujeres y a toda tu hacienda con una terrible plaga. 15 Tú mismo sufrirás graves enfermedades y un dolor de intestinos tal, que día tras día se te irán saliendo a causa de la enfermedad.
16 El Señor incitó contra Jorán la enemistad de los filisteos y de los árabes vecinos de los cusitas, 17 que atacaron Judá, la invadieron y se llevaron todas las riquezas que encontraron en el palacio, junto con sus hijos y mujeres, sin dejar ninguno, a excepción de Joacaz, su hijo menor. 18 Después de todo esto el Señor lo hirió con una enfermedad de intestinos incurable. 19 Pasó el tiempo y al cabo de dos años se le salieron los intestinos por culpa de la enfermedad y murió entre horribles dolores. Su pueblo no le dedicó una pira como las de sus antepasados. 20 Había comenzado a reinar con treinta y dos años y reinó en Jerusalén durante ocho años. Partió sin ser llorado y lo enterraron en la ciudad de David, fuera del panteón real.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España