Y si todavía nuestro evangelio(A) está velado(B), para[a] los que se pierden(C) está velado, en los cuales el dios de este mundo(D) ha cegado el entendimiento[b](E) de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo(F), que es la imagen de Dios[c](G). Porque no nos predicamos a nosotros mismos(H), sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por amor[d] de Jesús. Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz(I), es el que ha resplandecido en nuestros corazones(J), para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo(K).

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Footnotes

  1. 2 Corintios 4:3 Lit., en
  2. 2 Corintios 4:4 Lit., la mente
  3. 2 Corintios 4:4 O, para que la luz...que es la imagen de Dios, no les amanezca
  4. 2 Corintios 4:5 O, por medio

Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,(A) es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

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