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20 Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y clamaron al cielo. 21 Y el Señor envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y jefe en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado[a] a su propia tierra. Y cuando había entrado al templo[b] de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada. 22 Así salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén(A) de mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de mano de todos los demás, y los guió[c] por todas partes. 23 Y muchos traían presentes al Señor en Jerusalén y presentes valiosos(B) a Ezequías, rey de Judá, de modo que después de esto fue engrandecido delante de todas las naciones(C).

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Footnotes

  1. 2 Crónicas 32:21 Lit., con rostro avergonzado
  2. 2 Crónicas 32:21 Lit., a la casa
  3. 2 Crónicas 32:22 Algunas versiones antiguas dicen: les dio paz

Jehová libra a Ezequías

(2 R. 19.1-37; Is. 37.1-38)

20 Mas el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron al cielo. 21 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió, por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos. 22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados. 23 Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto.

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