¹⁴ Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos^(A). ¹⁵ Si el pie dijera: «Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo», no por eso deja de ser parte del cuerpo. ¹⁶ Y si el oído dijera: «Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo», no por eso deja de ser parte del cuerpo. ¹⁷ Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del^[a] oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del^[b] olfato?

¹⁸ Ahora bien, Dios ha colocado^(B) a cada uno de los miembros^[c] en el cuerpo según le agradó^(C). ¹⁹ Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del^[d] cuerpo? ²⁰ Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo^(D).

²¹ Y el ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito»; ni tampoco la cabeza a los pies: «No los necesito». ²² Por el contrario, la verdad es que los miembros^[e] del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; ²³ y las partes del cuerpo que estimamos^[f] menos honrosas, a estas las vestimos con^[g] más honra. Así que las partes que consideramos más íntimas^[h], reciben un trato más honroso, ²⁴ ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Pero así formó^[i] Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, ²⁵ a fin de que en el cuerpo no haya división^[j], sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. ²⁶ Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado^[k], todos los miembros se regocijan con él.

²⁷ Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo^(E), y cada uno individualmente un miembro de él^(F).