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Así es, ustedes, los que confían en él, reconocen la honra que Dios le ha dado;[a] pero para aquellos que lo rechazan,

«La piedra que los constructores rechazaron
    ahora se ha convertido en la piedra principal»[b].

Además,

«Él es la piedra que hace tropezar a muchos,
    la roca que los hace caer»[c].

Tropiezan porque no obedecen la palabra de Dios y por eso se enfrentan con el destino que les fue preparado.

Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey,[d] una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.

10 «Antes no tenían identidad como pueblo,
    ahora son pueblo de Dios.
Antes no recibieron misericordia,
    ahora han recibido la misericordia de Dios»[e].

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Footnotes

  1. 2:7a O Así es, para ustedes que creen, hay honor.
  2. 2:7b Sal 118:22.
  3. 2:8 Is 8:14.
  4. 2:9 En griego Son un sacerdocio del Rey.
  5. 2:10 Os 1:6, 9; 2:23.

Para ustedes, los que creen, él es de gran valor; pero para los que no creen:

«La piedra que desecharon los edificadores
ha llegado a ser la piedra angular»,(A)

y también:

«Una piedra de tropiezo,
y una roca que hace tropezar.»(B)

Porque al ser desobedientes, ellos tropiezan en la palabra, para lo cual estaban ya destinados.

El pueblo de Dios

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,(C) pueblo adquirido por Dios,(D) para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 10 Antes, ustedes no eran un pueblo; ¡pero ahora son el pueblo de Dios!; antes no habían sido compadecidos, pero ahora ya han sido compadecidos.(E)

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Ustedes creen en Dios, y por eso consideran que esa piedra es muy valiosa. Pero a los que no creen, les sucede lo que dice la Biblia:

«La piedra que rechazaron
los constructores del templo
es ahora la piedra principal.»

Y también:

«Ésta es la piedra
por la que muchos caerán;
muchos tropezarán en esta roca.»

¡Eso es lo que se merecen! ¡Tropezarán por no aceptar el mensaje de Jesucristo!

Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho.

10 Antes, ustedes no eran nada,
pero ahora son el pueblo de Dios.
Antes, Dios no les tenía compasión,
pero ahora los ama mucho.

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Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa. Pero para los que no creen:

«La piedra que los constructores despreciaron ha llegado a ser la piedra más importante».

Y también:

«Es una piedra con la cual tropezarán y una roca que hará que caigan». Tropiezan porque no obedecen la palabra, ya que para ello estaban destinados.

Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa. 10 Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; antes no habían tenido compasión de ustedes, pero ahora ya les tienen compasión.

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Para ustedes, que creen, esa piedra es de mucho valor; pero para los que no creen se cumple lo que dice la Escritura:

«La piedra que los constructores despreciaron,
se ha convertido en la piedra principal.»

Y también esto otro:

«Una roca, una piedra con la cual tropezarán.»

Pues ellos tropiezan al no hacer caso del mensaje: ése es su merecido.

Pero ustedes son una familia escogida, un sacerdocio al servicio del rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es así para que anuncien las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. 10 Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes Dios no les tenía compasión, pero ahora les tiene compasión.

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