Add parallel Print Page Options

Quis tenía un hijo, llamado Saúl, un joven atractivo y el más esbelto entre los israelitas, pues les sacaba la cabeza a todos los demás. A su padre, Quis, se le habían extraviado las asnas; así que le dijo a su hijo Saúl:

— Llévate a uno de los criados y vete a buscar las asnas.

Recorrió la serranía de Efraín y el término de Salisá, pero no encontró las asnas. Recorrió el término de Saalín, y nada. Recorrió también el término de Benjamín y tampoco las encontró.

Read full chapter