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La palabra de Samuel se recibía en todo Israel.

Historia del Arca (4,1b—7,1)

Victoria filistea

Por aquellos días Israel salió a luchar contra los filisteos y acampó en Eben Ézer, mientras que los filisteos acamparon en Afec. Los filisteos se desplegaron para atacar a Israel, se entabló el combate e Israel fue derrotado por los filisteos, perdiendo a cuatro mil hombres en el campo de batalla. Cuando el ejército volvió al campamento, los ancianos de Israel dijeron:

— ¿Por qué ha permitido el Señor que hoy nos derrotaran los filisteos? ¡Vamos a traernos de Siló el Arca de la alianza del Señor, para que nos acompañe y nos libre de nuestros enemigos!

Enviaron gente a Siló y trajeron de allí el Arca de la alianza del Señor del universo, entronizado sobre querubines. Los dos hijos de Elí, Jofní y Finés, acompañaban al Arca de la alianza de Dios. Cuando el Arca de la alianza del Señor llegó al campamento, todos los israelitas lanzaron un grito de guerra tan fuerte que retembló la tierra. Los filisteos oyeron aquel estruendo y se preguntaron:

— ¿A qué viene ese estruendo tan grande en el campamento hebreo?

Y cuando se enteraron de que el Arca del Señor había llegado al campamento, los filisteos se asustaron y se decían:

— ¡Su Dios ha llegado al campamento! ¡Pobres de nosotros, porque nunca antes había pasado nada igual! ¡Pobres de nosotros! ¿Quién nos librará de un Dios tan poderoso? Porque ese es el Dios que diezmó a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto. ¡Ánimo y sed fuertes, filisteos! Que no os esclavicen los hebreos como vosotros los habéis esclavizado. ¡Sed valientes y combatid!

10 Los filisteos atacaron y derrotaron a Israel que huyó a la desbandada hasta su campamento. Hubo una gran masacre y la infantería israelita perdió treinta mil hombres. 11 El Arca de Dios fue capturada y los dos hijos de Elí, Jofní y Finés, también murieron.

12 Un benjaminita salió corriendo del campo y llegó a Siló el mismo día, con la ropa hecha jirones y la cabeza cubierta de polvo. 13 Cuando llegó, Elí estaba sentado en su silla junto al camino vigilando preocupado por la suerte del Arca de Dios. El hombre entró en la población para dar la noticia y todos los habitantes se pusieron a gritar. 14 Elí oyó el griterío y se preguntaba qué significaba aquel tumulto. Entonces el mensajero llegó presuroso a darle la noticia a Elí. 15 Con noventa y ocho años, Elí tenía la mirada fija y no veía nada. 16 El mensajero le dijo:

— Acabo de llegar del campo de batalla, del que hoy mismo he logrado escapar.

Elí le preguntó:

— ¿Qué ha pasado, hijo mío?

17 Y el mensajero respondió:

— Israel ha huido ante los filisteos y el ejército ha sufrido una gran derrota. Tus dos hijos, Jofní y Finés, también han muerto y el Arca de Dios ha sido capturada.

18 Al mencionar el Arca de Dios, Elí se cayó de la silla hacia atrás contra la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era viejo y estaba pesado. Había sido juez de Israel durante cuarenta años.

19 Su nuera, la mujer de Finés, estaba embarazada y a punto de dar a luz. Cuando oyó las noticias de la captura del Arca de Dios y de las muertes de su suegro y su marido, le sobrevinieron los dolores del parto, se agachó y dio a luz. 20 Como estaba a punto de morir, las que la asistían le decían:

— ¡Ánimo, que has tenido un niño!

Pero ella no respondió ni hizo caso. 21 Al niño le puso por nombre Icabod, pues decía: “Israel se ha quedado sin gloria”, refiriéndose a la captura del Arca de Dios y a las muertes de su suegro y de su marido. 22 Y repetía: “Israel se ha quedado sin gloria, pues el Arca de Dios ha sido capturada”.

La palabra de Samuel llegó a todo el pueblo de Israel.

Los filisteos capturan el arca

En aquellos días, los israelitas salieron a enfrentarse con los filisteos y acamparon cerca de Ebenezer. Los filisteos, que habían acampado en Afec, desplegaron sus tropas para atacar a los israelitas. Se entabló la batalla y los filisteos derrotaron a los israelitas, matando en el campo a unos cuatro mil de ellos. Cuando el ejército regresó al campamento, los jefes de Israel dijeron: «¿Por qué nos ha derrotado hoy el Señor por medio de los filisteos? Traigamos el arca del pacto del Señor, que está en Siló, para que nos acompañe y nos salve del poder de nuestros enemigos».

Así que enviaron un destacamento a Siló para sacar de allá el arca del pacto del Señor de los Ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. Los dos hijos de Elí, Ofni y Finés, estaban a cargo del arca del pacto de Dios.

Cuando el arca del pacto del Señor llegó al campamento, los israelitas empezaron a gritar de tal manera que la tierra temblaba. Los filisteos oyeron el griterío y preguntaron: «¿A qué viene tanto alboroto en el campamento hebreo?».

Y al oír que el arca del Señor había llegado al campamento, los filisteos se acobardaron y dijeron: «Dios ha entrado en el campamento. ¡Ay de nosotros, que nunca nos ha pasado algo así! ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos va a librar de las manos de dioses tan poderosos, que en el desierto hirieron a los egipcios con toda clase de plagas? ¡Ánimo, filisteos! ¡Sean hombres! Si no quieren llegar a ser esclavos de los hebreos, tal como ellos lo han sido de nosotros, ¡luchen como hombres!».

10 Entonces los filisteos se lanzaron al ataque y derrotaron a los israelitas, los cuales huyeron en desbandada. La matanza fue terrible, pues de los israelitas cayeron treinta mil soldados de infantería. 11 Además, fue capturada el arca de Dios, y murieron Ofni y Finés, los dos hijos de Elí.

Muerte de Elí

12 Un soldado que pertenecía a la tribu de Benjamín salió corriendo del frente de batalla y ese mismo día llegó a Siló, con la ropa hecha pedazos y la cabeza cubierta de polvo. 13 Allí se encontraba Elí, sentado en su silla y vigilando el camino, pues su corazón temblaba solo de pensar en el arca de Dios. Cuando el soldado entró en el pueblo y contó lo que había sucedido, todos se pusieron a gritar.

14 —¿A qué viene tanto alboroto? —preguntó Elí, al oír el griterío.

El hombre corrió para darle la noticia. 15 (Elí ya tenía noventa y ocho años, y sus ojos ni se movían, de modo que no podía ver).

16 —Vengo del frente de batalla —dijo a Elí—; hui de las filas hoy mismo.

—¿Qué pasó, hijo mío? —preguntó Elí.

17 —Los israelitas han huido ante los filisteos —respondió el mensajero—; el ejército ha sufrido una derrota terrible. Además, tus dos hijos, Ofni y Finés, han muerto, y el arca de Dios ha sido capturada.

18 Solamente de oír mencionar el arca de Dios, Elí se fue de espaldas, cayéndose de la silla junto a la puerta. Como era viejo y pesaba mucho, se rompió la nuca y murió. Durante cuarenta años había liderado al pueblo de Israel.

19 Su nuera, la esposa de Finés, estaba embarazada y próxima a dar a luz. Cuando supo que el arca de Dios había sido capturada, y que tanto su suegro como su esposo habían muerto, le vinieron los dolores de parto y tuvo un alumbramiento muy difícil. 20 Al verla agonizante, las parteras que la atendían dijeron: «Anímate, que has dado a luz un niño». Ella no respondió; ni siquiera les hizo caso.

21 Pero por causa de la captura del arca de Dios y por la muerte de su suegro y de su esposo, puso al niño el nombre de Icabod[a] para indicar que la gloria de Israel había sido desterrada. 22 Exclamó: «¡Se han llevado la gloria de Israel! ¡El arca de Dios ha sido capturada!».

Footnotes

  1. 4:21 En hebreo, Icabod significa sin gloria.

And the word of Samuel came to all Israel. Now Israel went out against the Philistines to battle, and pitched beside Eben-ezer: and the Philistines pitched in Aphek.

And the Philistines put themselves in array against Israel: and when they joined battle, Israel was smitten before the Philistines: and they slew of the army in the field about four thousand men.

¶ And when the people were come into the camp, the elders of Israel said, Wherefore hath the Lord smitten us to day before the Philistines? Let us fetch the ark of the covenant of the Lord out of Shiloh unto us, that, when it cometh among us, it may save us out of the hand of our enemies.

So the people sent to Shiloh, that they might bring from thence the ark of the covenant of the Lord of hosts, which dwelleth between the cherubims: and the two sons of Eli, Hophni and Phinehas, were there with the ark of the covenant of God.

And when the ark of the covenant of the Lord came into the camp, all Israel shouted with a great shout, so that the earth rang again.

And when the Philistines heard the noise of the shout, they said, What meaneth the noise of this great shout in the camp of the Hebrews? And they understood that the ark of the Lord was come into the camp.

And the Philistines were afraid, for they said, God is come into the camp. And they said, Woe unto us! for there hath not been such a thing heretofore.

Woe unto us! who shall deliver us out of the hand of these mighty Gods? these are the Gods that smote the Egyptians with all the plagues in the wilderness.

Be strong, and quit yourselves like men, O ye Philistines, that ye be not servants unto the Hebrews, as they have been to you: quit yourselves like men, and fight.

10 ¶ And the Philistines fought, and Israel was smitten, and they fled every man into his tent: and there was a very great slaughter; for there fell of Israel thirty thousand footmen.

11 And the ark of God was taken; and the two sons of Eli, Hophni and Phinehas, were slain.

12 ¶ And there ran a man of Benjamin out of the army, and came to Shiloh the same day with his clothes rent, and with earth upon his head.

13 And when he came, lo, Eli sat upon a seat by the wayside watching: for his heart trembled for the ark of God. And when the man came into the city, and told it, all the city cried out.

14 And when Eli heard the noise of the crying, he said, What meaneth the noise of this tumult? And the man came in hastily, and told Eli.

15 Now Eli was ninety and eight years old; and his eyes were dim, that he could not see.

16 And the man said unto Eli, I am he that came out of the army, and I fled to day out of the army. And he said, What is there done, my son?

17 And the messenger answered and said, Israel is fled before the Philistines, and there hath been also a great slaughter among the people, and thy two sons also, Hophni and Phinehas, are dead, and the ark of God is taken.

18 And it came to pass, when he made mention of the ark of God, that he fell from off the seat backward by the side of the gate, and his neck brake, and he died: for he was an old man, and heavy. And he had judged Israel forty years.

19 ¶ And his daughter in law, Phinehas’ wife, was with child, near to be delivered: and when she heard the tidings that the ark of God was taken, and that her father in law and her husband were dead, she bowed herself and travailed; for her pains came upon her.

20 And about the time of her death the women that stood by her said unto her, Fear not; for thou hast born a son. But she answered not, neither did she regard it.

21 And she named the child I-chabod, saying, The glory is departed from Israel: because the ark of God was taken, and because of her father in law and her husband.

22 And she said, The glory is departed from Israel: for the ark of God is taken.