Add parallel Print Page Options

20 Ahora pues, no caiga mi sangre a tierra, lejos de la presencia del Señor; porque el rey de Israel ha salido en busca de una pulga(A), como quien va a la caza de una perdiz en los montes».

21 Saúl dijo: «He pecado(B). Vuelve, David, hijo mío, porque no volveré a hacerte daño pues mi vida fue muy estimada en tus ojos hoy. Yo he actuado neciamente y he cometido un grave error». 22 David respondió: «Aquí está la lanza del rey. Que pase acá uno de los jóvenes y la recoja.

Read full chapter