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37 Cuando él recobró la sobriedad, su esposa le dijo lo ocurrido, 38 y Nabal tuvo un ataque que lo dejó paralizado por diez días. Luego murió porque el Señor lo hirió, y Nabal murió.

39 Cuando David oyó que Nabal había muerto, dijo: «Alabado sea el Señor, porque ha pagado a Nabal por su insulto y ha impedido que yo lo haga por mí mismo. Ya ha recibido su castigo por sus pecados».

David no perdió tiempo y envió mensajeros a Abigaíl pidiéndole que fuera su esposa.

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