Add parallel Print Page Options

Se llamaba Nabal, y su esposa se llamaba Abigaíl. Ella era una mujer hermosa e inteligente, pero Nabal, que era descendiente de Caleb, era duro y malvado. David, que estaba en el desierto, supo que Nabal estaba trasquilando sus ovejas, así que envió a diez de sus criados a visitar a Nabal. Les dijo:

«Vayan a Carmel y saluden de mi parte a Nabal.

Read full chapter