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15 ¿Acaso fue aquel día la primera vez que consulté por él a Dios? ¡De ninguna manera! No culpe el rey de cosa alguna a su siervo ni a toda mi casa paterna, pues tu siervo no ha sabido ninguna cosa de este asunto, ni grande ni pequeña.

16 Y el rey dijo:

—¡Morirás irremisiblemente, Ajimelec, tú y toda tu casa paterna!

17 Entonces el rey dijo a los de su escolta que estaban apostados alrededor de él:

—¡Vuélvanse y maten a los sacerdotes del SEÑOR! Porque la mano de ellos también está con David, y porque sabiendo que él huía, no me lo hicieron saber.

Pero los servidores del rey no quisieron extender su mano para matar a los sacerdotes del SEÑOR.

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